“Fue una tortura física y psicológica lo que le hicieron a Emanuel Garay”
Así lo calificó el abogado de la familia de la víctima; otro cadete debió ser trasladado a Córdoba en grave estado
“Fue un tortura física y psicológica lo que le hicieron a Emanuel”, dijo a la nacion el abogado de la familia Garay, José Azcurra. La muerte del aspirante a policía de 18 años, que agonizó durante seis días tras entrar en coma durante un entrenamiento extremo como parte de su preparación de ingreso a la policía de La Rioja, entrará esta semana en una etapa clave de la investigación.
Ayer, en tanto, Luis Oropel, otro de los 12 cadetes que el lunes pasado pisaron el establecimiento por primera vez para formarse como policías y terminaron hospitalizados, extenuados y con cuadros de deshidratación severa por el entrenamiento en condiciones extremas y sin la debida asistencia, fue trasladado a un sanatorio privado de Córdoba e internado en terapia intensiva porque su estado se agravó.
Sobre lo ocurrido el día de la tragedia, el abogado de la familia Garay afirmó: “El entrenamiento duró horas bajo un sol que hacía imposible sobrevivir sin hidratación. Los insultaron, les decían ‘¿querés agua?, vení a buscarla, maricón’, mientras los torturaban con actividad física”.
La autopsia reveló que la muerte de Garay fue consecuencia de ese mal trato, y que una deshidrata ción aguda grave que derivó en una insuficiencia renal severa provocó una falla multiorgánica letal. Ahora, la familia de Oropel está muy preocupada por la salud de Luis, que presenta un cuadro clínico similar.
“Lo que detallaron los médicos es nuestra prueba fundamental”, dijo a la nacion Azcurra, que mañana, primer día hábil de la semana, en el que se reanudará la actividad judicial, va a requerir más medidas de prueba para ir contra los responsables de la muerte de Emanuel, cuyo padre, Roque, que también fue policía, calificó lo que les hicieron a su hijo y a los otros aspirantes en su primer día de instrucción como “una tortura”.
La familia Garay apunta contra los ocho uniformados que estaban a cargo de la Escuela de Policías, que ya están imputados Según la autopsia, el joven, de 18 años, murió tras un entrenamiento tormentoso en el que sufrió una deshidratación aguda grave e insuficiencia renal que derivaron en una falla multiorgánica y detenidos. Son el subdirector general del Instituto de Seguridad, comisario mayor Dardo Nicolás Gordillo; el director de la Escuela de Cadetes, comisario inspector Ramón Alberto Leguiza; el jefe del Cuerpo de Personal Masculino, comisario Jorge Marcelo Leguiza, y la jefa del Cuerpo de Personal Femenino, comisaria Adriana Mabel Rodríguez. Se les suman cuatro instructores: la oficial inspector Nadia Soledad Bravo; los oficiales subinspectores Elio Gonzalo Marcial e Ivana Karina Luna, y el oficial ayudante Marcos Antonio Miranday.
Azcurra adelantó a la nacion, además, que van acusar a los seis cadetes de segundo y tercer año que impartían las órdenes y que fueron quienes ejecutaron aquel maltrato “físico y psicológico”.
En este sentido, el fiscal general de La Rioja, Hugo Montivero, informó que esos cadetes de grados superiores ya fueron identificados, y son formalmente investigados por su presunta participación criminal en los hechos ocurridos el lunes.
Como publicó la nacion en su edición de ayer, Montivero sostuvo que “en una situación adversa”, debido a “las altas temperaturas”, hubo una “desproporcionada exigencia física” en la que a las víctimas “se les negó líquido” para hidratarse. “En el cuerpo a tierra debieron cubrir sus manos con su propia ropa porque no toleraban el calor del piso”, describió.
En el mismo sentido, Lucía, hermana de Oropel, señaló que habían sido sometidos a “nueve horas de entrenamiento físico muy duro y bajo altas temperaturas que hubo ese día”, y que más allá de eso los instructores “han tenido la crueldad de no darles a los chicos ningún tipo de hidratación”.
Según declaró ante la prensa, Lucía Oropel dijo que su hermano “sigue con diálisis” y que su familia espera que “comience a recuperar la función renal, que es lo que de momento permanece paralizada”.
La joven, además, precisó que su hermano sufrió una “deshidratación severa, y como todos los chicos tenían todos los músculos ‘rotos’ debido al excesivo trabajo físico que habían tenido, eso hizo que se liberaran toxinas que se les ‘pegaron’ a los riñones, los paralizaron y los dejaron fuera de funcionamiento”.
Con respecto a las lastimaduras, resaltó que Luis Oropel está “herido en los codos, las rodillas y las manos, y tiene lastimada toda la espalda, con moretones”.
Lucía dijo que los compañeros de su hermano le comentaron que “cuando pedían agua para hidratarse durante el entrenamiento se las negaron totalmente”.
Graciela Chumbita, madre de otra de las aspirantes, que está internada en el Hospital Vera Barros, de La Rioja, dijo al canal de noticias TN: “El sueño de mi hija era entrar en la policía de nuestra provincia y así le pagaron, no lo puedo creer.”