Una diferencia de $12.500 millones entre los maestros y la gobernación
Es lo que separa el 15% que propondrá la administración bonaerense y el 20% que piden los maestros
LA PLATA.– Cinco puntos. Doce mil quinientos millones de pesos. Esa es la diferencia entre el techo de la oferta que puede pagar el gobierno de María Eugenia Vidal y el piso de la suba salarial que aceptaran los maestros.
El Frente de Unidad Docente llevará mañana a la primera mesa de negociación del año la exigencia de una suba del 20% del salario, más una cláusula gatillo, para empezar las clases el 5 de marzo.
El gobierno de Vidal tiene instrucciones del Presidente, Mauricio Macri, de no volver a instrumentar la cláusula que ajusta salarios según la inflación. Y de atenerse a la expectativa inflacionaria del 15 por ciento.
Entre una posición y otra hay, al menos, $12.500 millones de diferencia: cada punto que otorga Vidal en la paritaria supone un desembolso de $2500 millones.
Existe una sola manera de reducir esta brecha, según fuentes ligadas al gobierno. Una sola manera de ahorrar unos $10.000 millones, que hoy se “dilapidan” en el presupuesto y que podrían ir al bolsillo de los maestros: reducir a la mitad el ausentismo.
Hoy el gobierno de Vidal paga unos $20.000 millones para cubrir licencias médicas, se informó cerca de la jefa de Estado. Si estas ausencias se redujeran a la mitad, el gobierno podría disponer de $10.000 millones que podrían ir al bolsillo de los docentes cumplidores.
La fórmula podía ser: revisión trimestral de las planillas de ausentismo y un depósito a los maestros cumplidores acorde con la baja en el ausentismo. Es la única alternativa que visualiza el gobierno para destrabar el conflicto, que hoy parece un callejón sin salida, veinte días antes del arranque del ciclo lectivo.
El gobierno bonaerense hará mañana una oferta por debajo del 15% y comenzará a proponer bajar el ausentismo. Espera encontrar un frente debilitado por la interna sindical que se dirime en el orden nacional, dentro de la CGT. Hasta ahora solo dos de los seis sindicatos confirmaron su presencia en la marcha del 21 contra el gobierno nacional.
La Unión Docentes Argentinos (UDA), que dirige Sergio Romero, ya anticipó que su organización no se movilizará el miércoles 21, al transmitir tranquilidad a la comunidad educativa. El día de la marcha los docentes deben estar en sus puestos de trabajo, debido a que el receso para los maestros concluirá mañana, la misma fecha en que el gobierno de Vidal citó a la paritaria.
A diferencia de Suteba, UDA tiene representación en todo el país y participa de la interna en la CGT. Al no sumarse a la marcha, exhortó a mantener la institucionalidad y la unidad de la central obrera.
“El colectivo docente del país está bastante molesto, primero por el error de estrategia del Poder Ejecutivo Nacional, que hirió de muerte la negociación salarial”, advirtió Romero, quien denunció “una tremenda desigualdad en el salario inicial: no hay dos provincias que paguen igual salario”.
El Frente de Educadores Bonaerenses (FEB) no definió todavía si se sumará a la marcha de los camioneros. Mientras evita pronunciarse, concentra sus energías en el reclamo salarial y llamó a “debatir con urgencia la realidad de los docentes, incluyendo la pauta para 2018”.
El gobierno de Vidal convocó a los gremios docentes antes de la marcha del 21 y transmitió el mensaje de que no quiere negociar bajo la amenaza de un paro a las puertas del comienzo de clases, como ocurrió en los últimos años. “Esta negociación no vence el 5 de marzo”, confió a la
uno de sus ministros. nacion