Vacaciones, tiempo de lectura
En vacaciones, cuando disponemos de más tiempo libre, la lectura constituye un excelente pasatiempo y compañía. Quién no habrá acumulado con ilusión algún par de libros a la espera de ese receso que abre las puertas al maravilloso universo literario, ese que el fragor cotidiano nos obliga a postergar.
El hábito de la lectura nace, en gran medida y valga la obvie dad,d el a lectura. Quien ha podido sumergirse con fruición en las páginas de una novela, un cuento o una poesía ha aprendido a disfrutar de ese disparador de emociones, fantasías, sonrisas o lágrimas que es la palabra escrita.
Educar a los más pequeños en la lectura brindándoles modelos es contribuir a abrirles la mente y el corazón a experiencias que los acompañarán gratamente a lo largo de toda la vida, además de promover su capacidad de comprensión. Si las estadísticas nos recuerdan que tres de cada cuatro jóvenes de 17 años no entienden lo que leen, la solución educativa que necesitamos exige promover el hábito de la lectocomprensión en ellos, brindando acceso a libros y desarrollando estrategias pedagógicas para que hogares y escuelas de todo el país contribuyan con estas habilidades.
La Fundación Leer trabaja incansable y creativamente en ello. Su tradicional Maratón de Lectura es ya parte del calendario anual y el desafío Leer 20-20 continúa cosechando adeptos. Este verano, propone compartir historias en familia para que los chicos lean más (https://desafio.
leer.org/auth/login). En una entretenida biblioteca digital. Desde la PC, la tableta o el celular, donde sea que uno se encuentre, puede ayudar a que los más chicos de la familia conozcan a reconocidos autores y accedan a historias increíbles, respondan trivias y ganen medallas a medida que suman libros leídos, ya que estos rotan cada 15 días. Celebramos este valioso ejemplo de creatividad al servicio de un excelente objetivo como el de promover la lectura. Ojalá que muchos chicos tengan acceso a este valioso tesoro.