Viajeros de negocios, con mala salud
Sus vidas pueden ser retratadas como glamorosas. Pero a menudo son lo opuesto. Por eso, compadezcan a quienes viajan frecuentemente por negocios. Es que, según médicos de organizaciones como los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades en Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés) y la Sociedad Internacional de Medicina del Viajero, cada vez se escucha más sobre una variedad de problemas de salud en los viajeros frecuentes, desde insomnio y aumento de peso hasta distintos virus. Y dicen que se necesitan investigaciones más profundas sobre las concesiones de salud que hacen los viajeros de negocios.
“Las enfermedades no contagiosas que surgen al viajar fueron poco investigadas”, dijo Martin Cetron, director de la división de migración global y cuarentena en los CDC. Por su parte, Lin Chen, directora de la Sociedad Internacional de la Medicina del Viajero, dijo que el jet lag, junto con la falta de acceso al ejercicio y a los alimentos frescos durante un viaje de trabajo, necesita un estudio riguroso. “Es difícil conocer el impacto, pero sin duda es significativo”, dijo.
En 2011, Catherine Richards, doctora en Boston Health Economics, y Andrew Rundle, profesor en la Universidad de Columbia, en Nueva York, realizaron un seguimiento de la salud de más de 13.000 viajeros de negocios. Para Rundle los nuevos hallazgos “son básicamente lo mismo: la gente que viaja más y la gente que no viaja en absoluto tienen la peor salud”. Una explicación para la mala salud de quienes no viajan podría ser que sufren padecimientos crónicos que evitan que vuelen, dijo. Los culpables de la mala salud entre los viajeros frecuentes son la mala comida en los aeropuertos, la falta de ejercicio y el jet lag. Si hay un punto óptimo, dijo Rundle, podría ser quienes viajan por trabajo solo algunas veces al año.
Un artículo de 2015 del Harvard Business Review señala que los viajes frecuentes por negocios aceleran el envejecimiento y elevan la probabilidad de sufrir un derrame cerebral o un infarto, y que más del 70% de estos viajeros tiene síntomas de un estilo de vida poco sano, como una mala dieta, falta de ejercicio, beber en exceso, estrés y problemas gastrointestinales. Phyllis Kozarsky, directora médica de TravelWell, una clínica en Atlanta para viajeros internacionales, dijo que las compañías necesitan prestar más atención al tema. “Cuando cierro la puerta del consultorio la gente rompe en llanto. Hicieron la cita por una sinusitis, pero están tan cansados y desgastados por viajar que simplemente necesitan hablar de ello, y no quieren decirlo en sus empresas, porque les preocupa ascender y triunfar”, contó.