La Argentina espera otro récord de arribos este año
En Migraciones creen que habrá más pedidos de residencia por la simplificación del trámite
Luego de que el gobierno argentino ordenara flexibilizar y simplificar los trámites de residencia para los venezolanos que quieran radicarse en el país, el director nacional de Migraciones, Horacio García, dijo ayer a la nacion que “es una medida lógica” que no significa una “apertura”, y que, a la vez, esperan un crecimiento en la cantidad de venezolanos que llegarán este año.
“A pesar de la suspensión de Venezuela en el Mercosur, la Argentina reconoce a los ciudadanos venezolanos como miembros plenos. Ahora bien, la flexibilización no es apertura. Se evaluará caso por caso”, señaló el funcionario.
El Gobierno espera que este año se registre otro récord histórico de solicitudes de residencia de parte de venezolanos, más aún luego de la reciente medida. Según los datos que maneja la dirección de Migraciones, solo en enero ingresaron al país más de 9800 ciudadanos venezolanos, mientras que en todo 2017 entraron 31.167.
El Gobierno oficializó ayer en el Boletín Oficial la autorización a la Dirección General de Inmigración a arbitrar medidas que permitan dar continuidad a los trámites que “por razones ajenas a la voluntad de los aspirantes puedan verse frustrados, siempre que no represente un riesgo para la seguridad pública”.
En los últimos años, y de manera sostenida, crecen los trámites de residencia de venezolanos en la Argentina. Durante 2017, se registró un máximo histórico de 31.167 solicitudes –un alza del 142% respecto de 2016–. Ya es la tercera nacionalidad que mayor número de solicitudes registra en el país.
Según la tabla de radicaciones de los últimos dos años, los venezolanos están detrás de los paraguayos y los bolivianos, pero pasaron a estar adelante de peruanos y colombianos.
Hoy, un ciudadano venezolano que quiera obtener la residencia en la Argentina necesita haber ingresado por un paso fronterizo habilitado y presentar ante el personal de migraciones documentación de viaje, certificado de antecedentes del país de origen y local, y un certificado de domicilio.
Pero en los últimos meses y con la escalada del éxodo venezolano que sacude las fronteras de Colombia y Brasil, la Dirección detectó “extensas demoras” en la presentación de la documentación relativa a la acreditación de carencia de antecedentes penales del país de origen de ciudadanos venezolanos que inician su trámite de residencia. Ya sea por la falta de medios en la pauperizada Venezuela o a veces intencionalmente por parte de las autoridades de ese país.
Es por ello que, teniendo en cuenta esta situación y con miras a evitar que la complicación al acceso de la documentación pueda llegar a ser utilizada por “personas u organizaciones malintencionadas que lucran con la necesidad de las familias de obtener su documentación”, el Gobierno dispuso flexibilizar y simplificar el trámite. Pero la apertura no será indiscriminada.
A través de esta medida de carácter humanitario, el Gobierno evalúa como primer paso hacer una“flexibiliza ció nen el tiempo ”, es decir, otorgar un plazo mayor para la presentación de la documentación requerida.
“Se verá en las entrevistas–un paso del proceso para obtener la residencia–. Se verá el caso en particular. Se generará el hilo necesario para que la persona tarde o temprano cumpla con el requisito”, explicó García.
Así, el director de Migraciones remarcó la importancia de la presentación de los antecedentes penales. Aunque aventuró que podrán existir casos de exención. Otra medida que se podría tomar es otorgar residencias más prolongadas para no obligar a los ciudadanos venezolanos a presentar de manera constante documentación casi imposible de conseguir.
No es la única directiva de tipo humanitaria para el establecimiento de inmigrantes vigente en la Argentina. Además se favorece la entrada de ciudadanos sirios y haitianos.
Según el último informe del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), la crisis en Venezuela generó pedidos de asilo de más de 100.000 ciudadanos de ese país, mientras que otros 130.000 lo hacen por otra vía. Colombia y Brasil soportan en sus fronteras el mayor peso de la crisis migratoria venezolana.