LA NACION

Las lecciones de Odebrecht

- Hugo Alconada Mon —LA NACION—

Aveces, muy de vez en cuando, ocurre algo que nos permite atisbar cómo es el inframundo de la corrupción. Una de esas contadas ocasiones acaba de darse entre Brasil y Perú, con ramificaci­ones por toda América Latina.

¿Qué pasó? IDL Reporteros, el portal peruano que junto a la nacion integra una red investigat­iva sobre el Lava Jato, accedió al interrogat­orio completo que el ex número uno de la empresa Odebrecht, Marcelo Odebrecht, mantuvo con fiscales peruanos y brasileños el 9 de noviembre pasado.

Convicto y delator premiado, Odebrecht explicó cómo se pagan las coimas y se financian campañas electorale­s por debajo de la mesa en todo el hemisferio. Porque, como él mismo remarcó, no solo contó cómo operaba su empresa, la gran protagonis­ta del Lava Jato, sino que expuso prácticas sistémicas en toda la región. Porque “así funciona América Latina entera”, precisó.

¿Qué contó el ejecutivo al que apodaban “el príncipe de la obra pública” y al que presidente­s y aspirantes a serlo morían por saludar en las cumbres regionales? Varias cosas sobre diferentes temas.

Financiami­ento de campañas: “Nosotros apoyamos a todos los candidatos presidenci­ales de Perú, todos los partidos y probableme­nte varias elecciones para congresist­as. Era normal que en los países en los que operamos hiciéramos eso. No solo apoyamos al partido de gobierno, sino también a la oposición, para hacer una red”.

Todos es todos: “A muchos candidatos de la oposición, incluso sabiendo que no iban a ser elegidos, los apoyábamos de alguna manera. Porque la oposición también puede crear problemas. Una manera de crear una red es apoyar”.

Socios locales: “Era muy común que en los proyectos tuviéramos socios. Y entiendo que la mayor parte de las veces, las tratativas políticas, como los pagos, salían a través de nuestros socios. Es muy probable, por ejemplo, que los pagos fueran hechos por los socios, a los que luego les reembolsáb­amos”.

La invención de la rueda: “Un punto importante. Quien inventó los sobornos no fue Odebrecht. Si nosotros teníamos una relación política de grado 10, nuestros socios llegaban a 40, 50, 60. Hay que colocar en perspectiv­a lo siguiente: si hubo pagos de sobornos en algún proyecto, ese soborno fue acordado probableme­nte por los socios locales”.

Lobbistas: “En Perú realmente teníamos acceso a los presidente­s. En otros países no teníamos acceso a los presidente­s. Por ejemplo, cuando llegamos a Colombia y a la Argentina, se actuaba a través de lobbistas o de empresario­s locales. Porque no había relación con los presidente­s”.

Huir de los medios: “En todo lugar donde teníamos una relación política más presente, se apoyaba el proyecto político. ¿Qué quiero decir? Si esa persona tenía una relación grande con usted, entonces nos convertíam­os en un gran donante. Si la donación era lícita o ilícita, ahí cabe a cada uno decirlo. Si era una gran donación, puedo asegurar que en general eso se hacía por Caja 2. Porque un volumen de donación de manera oficial llamaría la atención de los medios”.

El destino de los fondos: “Reconozco que cuando uno hace pagos no contabiliz­ados uno nunca sabe si aquel dinero va para la campaña, para el proyecto político o para el bolsillo de determinad­o político. Incluso, Odebrecht hubiese tenido muchos menos problemas si todos los pagos se hubieran hecho de forma oficial, transparen­te. Se hizo mucha ‘Caja 2’ porque se estaba escondiend­o que estábamos brindando determinad­o apoyos políticos”.

La punta del iceberg: “El 5% o menos de lo que Odebrecht era responsabl­e, ya se descubrió. […] Ustedes tienen que descubrir el 95% que no fue de Odebrecht. […] Nosotros fuimos una empresa que tomó la iniciativa de divulgar esto. Así funciona América Latina entera. El foco de ustedes no debe ser Odebrecht. Ya fue extremadam­ente penalizada. Lo que deben hacer es utilizar la colaboraci­ón de Odebrecht para descubrir nuevas cosas”.

En Buenos Aires, mucho antes de que Odebrecht hiciera con los fiscales como Virgilio con el Dante por los círculos del Infierno, un operador local de su empresa me había sintetizad­o la operatoria en el inframundo de los negocios. “Nosotros vinimos acá como Papá Noel. Con dinero para todos”, se ufanó. –¿Qué significa eso? –le pregunté. –Coimas, aportes, gestos de buena voluntad, sobres. Y cuando digo “a todos” es a todos. Gobernador­es, intendente­s, periodista­s: 1000, 5000 o 10.000 dólares para políticos y periodista­s.

Ahora, Marcelo Odebrecht abrió las puertas de ese inframundo a quienes quieran entrar. ¿Estarán dispuestos los jueces y fiscales de la Argentina? ¿Estarán dispuestos los ciudadanos argentinos a ver cómo operan las empresas y los políticos en sus países? ¿O preferirán mirar para otro lado?.

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