Carrió avanza sobre Garavano, pero resguarda su vínculo presidencial
La diputada redobló la presión sobre el ministro, pero no quiere generar tensión con Macri
Elisa Carrió no estuvo en el retiro de Mauricio Macri y sus ministros en Chapadmalal. Pero se las arregló para captar buena parte de la atención en el universo oficialista: en las últimas horas cuestionó al ministro de Defensa, Oscar Aguad, por el recambio de autoridades en el Ejército y dejó abierta la posibilidad de avanzar en un juicio político contra el ministro de Justicia, Germán Garavano.
A este último la Coalición Cívica (CC) le hizo la cruz luego de que el funcionario decidió hace dos semanas que la Unidad AMIA no acusara a los exfiscales Eamon Mullen y José Barbaccia en el juicio por el encubrimiento del atentado. Apenas volvió de vacaciones Carrió hizo renunciar a Mariana Stilman, una asesora suya que trabajaba en la unidad, y presentó una denuncia ante la Oficina Anticorrupción (OA).
Las fricciones con Aguad responden a que Carrió tenía muy buenas referencias de Diego Suñer, el jefe del Ejército saliente, y a las sospechas de que se usen los terrenos de la fuerza para negocios inmobiliarios. “Los cambios en el Ejército y la transferencia de bienes de las Fuerzas Armadas a la órbita de la Administración de Bienes del Estado preocupan a la Coalición Cívica por la posible venta indiscriminada de bienes y de negocios en la Capital Federal. Lamentamos nuestras claras diferencias con el ministro Aguad en este tema”, dijo el bloque que preside la diputada, en un comunicado.
“Son cosas distintas. Con Aguad tenemos una diferencia puntual, en una relación de respeto y cariño. A Garavano, Lilita ya le perdió todo el respeto”, aclaró a un integrante la nacion del entorno de la diputada. El dirigente descartó a la vez que las diferencias con estos dos ministros interfieran en la relación que la diputada tiene con el Presidente.
Un momento después, la misma fuente se contactó para transmitir un mensaje de Carrió: “Hace 24 años que fijo posiciones políticas, sea oposición u oficialismo, y eso no supone ninguna tensión ni ninguna ruptura”.
Desde que volvió de vacaciones, el 3 de febrero, Carrió no se reunió ni habló con Macri. Pero la semana pasada ya había dado una pista de que pretende preservar el vínculo. “¡Feliz cumpleaños, @mauriciomacri! Sigamos caminando y trabajando juntos por el cambio y por una Argentina fuerte en valores y principios. Beso grande, Lilita”, publicó en Twitter el 8 de febrero.
La misma red social fue escenario de la escalada de la pelea con Garavano. “Lamento mucho la bravuconada del ministro. Si es una frase desafortunada, ya estamos acostumbrados. La sociedad espera de todos nosotros más y mejor justicia, independiente y sana”, publicó anteayer el diputado de la CC Juan Manuel López, muy cercano a Carrió.
Respondió de esa manera a declaraciones de Garavano, en las que, consultado por las críticas de la diputada, el ministro pareció desafiar a la jefa de la CC: “Es un problema de la doctora Carrió. Puede pedir mi juicio político”. Mariana Zuvic, otra dirigente muy cercana a Carrió, subió la apuesta: “Sus deseos son órdenes”, dijo, citando la frase del ministro.
En la CC explican que la frase de Zuvic respondió más a un enojo del momento que a una decisión firme de avanzar en un juicio político contra Garavano. “No descartamos nada”, advierten, para mantener encendida la llama.
La ausencia de Carrió en Chapadmalal evitó un encontronazo con el ministro. En su entorno aseguran que no estaba invitada. Solo acudieron los jefes de los interbloques legislativos, los radicales Mario Negri (Diputados) y Luis Naidenoff (Senado). Tampoco estuvo Fernando Sánchez, el funcionario que colocó Carrió en la Jefatura de Gabinete, porque la convocatoria solo incluyó a los ministros.