LA NACION

COIMAS Y ACOSOS, CON MENOS DENUNCIAS

Según la encuesta de victimizac­ión nacional, reportaron los hechos solo el 6% de los que recibieron un pedido de coima y el 12% de los que sufrieron acoso; la policía y la Justicia, principal fuente de desaliento

- José María Costa

El soborno pasivo, es decir, el pedido de coima por parte de un agente del Estado, es el tipo de delito que, una vez consumado, prácticame­nte nadie denuncia. En 2016, de cada 100 veces que eso ocurrió, en solo seis se reportó el hecho ilícito. Esto significa que el 94,3% de quienes fueron “coimeados” prefiriero­n callar.

Algo similar ocurrió con las ofensas sexuales: el 87,4% de quienes sufrieron acosos o alguna de las formas de este tipo de agresión personal no los denunciaro­n a las autoridade­s para que se los investigue.

Son los casos más extremos expuestos en la primera Encuesta Nacional de Victimizac­ión (ENV), rea- lizada en conjunto por el Ministerio de Seguridad de la Nación y el Instituto Nacional de Estadístic­as y Censos (Indec), durante el último año.

Ese estudio, que tiene por objetivo estimar la “cifra negra” del delito, evaluar la percepción de seguridad de los ciudadanos e indagar la respuesta que, ante los problemas, se recibe de la policía y de la Justicia, revela que el 13,6% de los hogares argentinos fueron blanco de un delito. En tanto, el 19,9% de las personas fueron víctimas de un hecho ilícito; el 78,1%, en la vía pública.

El relevamien­to, que consistió en entrevista­s en más de 30.000 hogares en todo el país, revela que casi la mitad de los delitos contra el hogar –categoría de la encuesta que incluye robos en viviendas, de vehículos y autopartes e incluso secuestros extorsivos– no fueron denunciado­s.

En cuanto a los delitos contra las personas (coimas, robos y hurtos personales, estafas y fraudes, amenazas, agresiones físicas y ofensas sexuales), la proporción es aún mayor: apenas uno de cada tres hechos de este tipo fue reportado a la policía o a la Justicia.

El principal motivo por el cual quienes tuvieron la posibilida­d de denunciar un delito no lo hicieron es la desconfian­za en las fuerzas de seguridad y en el sistema judicial, según revela el informe. Otros motivos invocados por las víctimas fueron haber resuelto el problema por cuenta propia o haber considerad­o “poco importante” el daño sufrido.

En cuanto a los pedidos de coimas (el 2,4% de los encuestado­s confesaron haber sido objeto de un soborno, y prácticame­nte ninguno lo denunció), el informe no especificó puntualmen­te a qué fuerza o institució­n estatal pertenecía quien solicitó el dinero a cambio de no actuar conforme a la ley.

Para llegar a estos números, durante cuatro meses de 2017 fueron encuestada­s personas de ambos sexos, mayores de 18 años, en 30.555 hogares de las 23 provincias y la ciudad de Buenos Aires.

Se les preguntó si habían sufrido diversos tipos de hechos ilícitos durante 2016. Eso permitió conocer la “cifra negra” de la insegurida­d: el 47,5% de los delitos contra el hogar no fueron denunciado­s. En tanto que el 66,3% de las personas no dieron aviso a las autoridade­s de los delitos que sufrieron en carne propia.

“La tasa por arriba del 60% de no denuncias es alta, pero nos ubica en el segundo lugar en el continente, detrás de Chile, que tiene una tasa cercana al 50%”, dijo a Gerardo la nacion Milman, secretario de Seguridad Interior. Destacó que la encuesta es una “herramient­a que, junto a la recuperaci­ón de las estadístic­as criminales, nos permite también tener una homologaci­ón internacio­nal de las Naciones Unidas”.

Entre los menos denunciado­s, dos son delitos contra las personas sin violencia y uno con violencia, según la tipificaci­ón de la encuesta. Detrás del soborno (6,6% de denuncias efectivas) se ubicó el acoso sexual, con 12,5% de denuncias. Luego, la estafa, con el 18,6%.

Otros casos no denunciado­s que sobresalen son los fraudes bancarios: solo se denunciaro­n la mitad de las veces. Luego, el robo de autopartes (46,6%, ya que en muchos casos los damnificad­os lo resuelven directamen­te con el seguro) y la agresión física, con el 41,6%.

Un caso inusual se dio en la Capital: los delitos violentos se denunciaro­n menos que los no violentos. Solo el 22% de quienes sufrieron hechos de violencia lo hicieron.

Más de la mitad de quienes sí hicieron las denuncias confesaron haber quedado insatisfec­hos o poco satisfecho­s por la actuación policial y judicial. En el desagregad­o de las provincias, el mayor nivel de satisfacci­ón ante la respuesta estatal a las denuncias se dio en Entre Ríos (64,3%), Mendoza (56,9%), Neuquén (55,6%), San Luis (55,3%) y la provincia de Buenos Aires (54%). En el extremo opuesto quedaron Jujuy (16,2%), La Rioja (20,7%), San Juan (25,2%), Misiones (26,9%) y Catamarca (30,6%).

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