COIMAS Y ACOSOS, CON MENOS DENUNCIAS
Según la encuesta de victimización nacional, reportaron los hechos solo el 6% de los que recibieron un pedido de coima y el 12% de los que sufrieron acoso; la policía y la Justicia, principal fuente de desaliento
El soborno pasivo, es decir, el pedido de coima por parte de un agente del Estado, es el tipo de delito que, una vez consumado, prácticamente nadie denuncia. En 2016, de cada 100 veces que eso ocurrió, en solo seis se reportó el hecho ilícito. Esto significa que el 94,3% de quienes fueron “coimeados” prefirieron callar.
Algo similar ocurrió con las ofensas sexuales: el 87,4% de quienes sufrieron acosos o alguna de las formas de este tipo de agresión personal no los denunciaron a las autoridades para que se los investigue.
Son los casos más extremos expuestos en la primera Encuesta Nacional de Victimización (ENV), rea- lizada en conjunto por el Ministerio de Seguridad de la Nación y el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec), durante el último año.
Ese estudio, que tiene por objetivo estimar la “cifra negra” del delito, evaluar la percepción de seguridad de los ciudadanos e indagar la respuesta que, ante los problemas, se recibe de la policía y de la Justicia, revela que el 13,6% de los hogares argentinos fueron blanco de un delito. En tanto, el 19,9% de las personas fueron víctimas de un hecho ilícito; el 78,1%, en la vía pública.
El relevamiento, que consistió en entrevistas en más de 30.000 hogares en todo el país, revela que casi la mitad de los delitos contra el hogar –categoría de la encuesta que incluye robos en viviendas, de vehículos y autopartes e incluso secuestros extorsivos– no fueron denunciados.
En cuanto a los delitos contra las personas (coimas, robos y hurtos personales, estafas y fraudes, amenazas, agresiones físicas y ofensas sexuales), la proporción es aún mayor: apenas uno de cada tres hechos de este tipo fue reportado a la policía o a la Justicia.
El principal motivo por el cual quienes tuvieron la posibilidad de denunciar un delito no lo hicieron es la desconfianza en las fuerzas de seguridad y en el sistema judicial, según revela el informe. Otros motivos invocados por las víctimas fueron haber resuelto el problema por cuenta propia o haber considerado “poco importante” el daño sufrido.
En cuanto a los pedidos de coimas (el 2,4% de los encuestados confesaron haber sido objeto de un soborno, y prácticamente ninguno lo denunció), el informe no especificó puntualmente a qué fuerza o institución estatal pertenecía quien solicitó el dinero a cambio de no actuar conforme a la ley.
Para llegar a estos números, durante cuatro meses de 2017 fueron encuestadas personas de ambos sexos, mayores de 18 años, en 30.555 hogares de las 23 provincias y la ciudad de Buenos Aires.
Se les preguntó si habían sufrido diversos tipos de hechos ilícitos durante 2016. Eso permitió conocer la “cifra negra” de la inseguridad: el 47,5% de los delitos contra el hogar no fueron denunciados. En tanto que el 66,3% de las personas no dieron aviso a las autoridades de los delitos que sufrieron en carne propia.
“La tasa por arriba del 60% de no denuncias es alta, pero nos ubica en el segundo lugar en el continente, detrás de Chile, que tiene una tasa cercana al 50%”, dijo a Gerardo la nacion Milman, secretario de Seguridad Interior. Destacó que la encuesta es una “herramienta que, junto a la recuperación de las estadísticas criminales, nos permite también tener una homologación internacional de las Naciones Unidas”.
Entre los menos denunciados, dos son delitos contra las personas sin violencia y uno con violencia, según la tipificación de la encuesta. Detrás del soborno (6,6% de denuncias efectivas) se ubicó el acoso sexual, con 12,5% de denuncias. Luego, la estafa, con el 18,6%.
Otros casos no denunciados que sobresalen son los fraudes bancarios: solo se denunciaron la mitad de las veces. Luego, el robo de autopartes (46,6%, ya que en muchos casos los damnificados lo resuelven directamente con el seguro) y la agresión física, con el 41,6%.
Un caso inusual se dio en la Capital: los delitos violentos se denunciaron menos que los no violentos. Solo el 22% de quienes sufrieron hechos de violencia lo hicieron.
Más de la mitad de quienes sí hicieron las denuncias confesaron haber quedado insatisfechos o poco satisfechos por la actuación policial y judicial. En el desagregado de las provincias, el mayor nivel de satisfacción ante la respuesta estatal a las denuncias se dio en Entre Ríos (64,3%), Mendoza (56,9%), Neuquén (55,6%), San Luis (55,3%) y la provincia de Buenos Aires (54%). En el extremo opuesto quedaron Jujuy (16,2%), La Rioja (20,7%), San Juan (25,2%), Misiones (26,9%) y Catamarca (30,6%).