Macri va al Congreso a recomponer lazos, en pleno debate del aborto
El jueves abrirá las sesiones ordinarias y se espera un discurso sin demandas y con tono conciliador; mencionará allí el tema de la despenalización
El presidente Mauricio Macri tuvo en cuenta dos datos a la hora de preparar su visita del jueves al Congreso, para la apertura de sesiones ordinarias. Uno, la necesidad de restañar las heridas que quedaron tras la caótica sanción de la reforma previsional a fin de año. Dos, que acaba de habilitar una polémica explosiva al dar luz verde a la discusión sobre la despenalización del aborto.
Según confiaron a la nacion quienes están elaborando el discurso que dirigirá ese día a la Asamblea Legislativa, Macri hará mención del tema del aborto, iniciativa que será debatida este año. Pero no habrá anuncios de proyectos fundamentales para la gobernabilidad o para sostener el plan económico.
Hay una decisión tomada en la Casa Rosada de no tensar la cuerda con los bloques legislativos ni con los gobernadores. Tampoco habrá pedidos específicos, sino más bien una hoja de ruta.
El Presidente solo hará una amplia convocatoria para discutir múltiples temas, sin siquiera mencionar algunas iniciativas que fracasaron el año pasado, como las reformas laboral y electoral.
No habrá anuncios de proyectos fundamentales para la gobernabilidad o para sostener el plan económico. Tampoco pedidos específicos, sino que será la presentación de la hoja de ruta para su tercer año de mandato. Después de un fin de año caótico, el presidente Mauricio Macri reforzará la necesidad de tener un Congreso activo y en permanente debate.
Macri buscará recomponer la relación con el Parlamento después del desgaste que significó la aprobación de la reforma previsional y las leyes de pacto fiscal y responsabilidad fiscal. Por eso, en el discurso presidencial del 1° de marzo ante la Asamblea Legislativa, en la inauguración del nuevo período de sesiones ordinarias, el jefe del Estado planteará una amplia convocatoria para discutir múltiples temas.
Pero a diferencia del último año, no presentará proyectos decisivos, aunque sí hará referencia al debate que habilitó sobre la legalización del aborto, que discutirá este año el Congreso. El único interrogante, que genera inquietud en parte del bloque de Cambiemos, es si el Presidente ensayará una férrea defensa de las fuerzas de seguridad, como sucedió con el agente de la policía bonaerense Luis Chocobar. Esto aún no fue definido.
Incluso, algunas iniciativas que fracasaron el año pasado, como las reformas laboral y electoral, no estarán en el discurso. Al menos, no como fueron pensadas. El Gobierno apuesta a una “agenda continua” y a la “fragmentación” de las normas que puedan generar fricciones evitables. “No hay ninguna ley que sea pasa o no pasa. No queremos generar tensión en el Congreso”, explicó una altísima fuente de permanente consulta del Presidente.
El modelo que buscará repetir durante los próximos meses es el que inauguró con el megadecreto de necesidad y urgencia (DNU) –contiene 170 medidas que simplifican una serie de procedimientos y aceleran procesos que permitirán darle mayor competitividad a la economía–, que el Gobierno partió en tres proyectos de ley que envió esta semana al Congreso.
Si bien esto puede generar demoras, la decisión está tomada. “Puede ser malo para la velocidad que le queremos imprimir al Gobierno”, reconocieron fuentes oficiales.
Aunque no hay vuelta atrás. “Cambió la matriz. Ya no se trata de presentar 10 temas centrales. Tenemos 100 temas al mismo tiempo y daremos el debate siempre”, describió una altísima fuente de la Casa Rosada.
Eso sí, el plan, que anunció a fin de año, se mantiene: el costo político que significó la aprobación de la reforma previsional, con una baja significativa de la imagen del Presidente, dejó una enseñanza en la Casa Rosada. Así, con la justificación de evitar un desgaste innecesario, el oficialismo elegirá mejor sus batallas en el Congreso. Y para eso les dará “mucho aire” a sus espadas en el Congreso. Macri quiere que los legisladores tengan mayor exposición. Tanto es así que la mayoría de las normas que tratarán en el recinto serán presentadas por los representantes del Poder Legislativo.
El jefe de Gabinete, Marcos Peña, centralizó esta semana los informes de los ministerios para redactar el discurso del jueves. El ministro coordinador aún trabaja en los detalles junto al filósofo y asesor presidencial Alejandro Rozitchner; la directora de Discurso, Julieta Herrero, y el coordinador de Comunicación Estratégica de la Jefatura de Gabinete, Hernán Iglesias Illia.
El Presidente también realizará un repaso sobre los “logros” del último año: describirá el plan de obras públicas –rutas, viviendas, agua potable y cloacas, entre otras cuestiones– y reforzará el mensaje del “compromiso” que asumió en el combate contra la inflación. Habrá una mención especial al hecho de que por primera vez en 100 años el país creció, bajó el gasto público, achicó el déficit fiscal y avanzó con la reducción de impuestos. Eso servirá como contrapeso de la herencia. Aunque breve, habrá un recordatorio de que en 2015 “estábamos al borde de una crisis como la de 2001” y con un futuro similar al de Venezuela.
Pero hará énfasis en el “futuro”. Ahí mencionará lo que representa para la Argentina la presidencia pro
tempore del G-20 e insistirá en el camino de la inserción “inteligente en el mundo”, que comenzó hace dos años.
Será también una presentación especial, ya que es la primera visita de Macri ante la nueva conformación de la Asamblea Legislativa, tras las elecciones en octubre último, y que tendrá algunas figuras de peso, como Cristina Kirchner.
También podrían escuchar a Macri otros dos exmandatarios como Carlos Menem y Adolfo Rodríguez Saá. Además, se espera la presencia de Elisa Carrió. Pero todas las miradas estarán puestas en el duelo Macri-Kirchner. ¿Irá la expresidenta a la inauguración de las sesiones ordinarias?