LA NACION

La corrección política de Trudeau lo expone como blanco de burlas en su visita a la India

Dicen que el premier lució en su viaje ropa “demasiado india, incluso para un indio”

- Dan Bilefsky Traducción Jaime Arrambide

NUEVA YORK.– La ropa de seda brillante bordada en oro y los zapatos rojos en punta, propios de la realeza, son también un vestuario aceptable para los actores de Bollywood.

Pero aparenteme­nte no para el fotogénico primer ministro de Canadá en su reciente viaje a la India.

Durante su visita de ocho días, Justin Trudeau y su familia suscitaron algunos elogios pero también algunas burlas por lucir recargadas ropas tradiciona­les de la India que según algunos, son más propias de un marajá y su corte que de un mandatario que está de visita.

Si bien algunos admiradore­s de ese extenso país multicultu­ral lo celebraron por vestirse “conforme al verdadero espíritu de la India”, los cuchicheos de desaprobac­ión resonaron mucho más fuertes.

Algunos criticaron la condescend­encia cultural del canadiense de 46 años, mientras que otros lo acusa ron de excederse con la ropa y de llevarla corrección política demasiado lejos.

El debate, que tuvo lugar en las redes sociales, planteó la cuestión de dónde marcar el límite entre el respeto de las costumbres locales y la apropiació­n cultural. En Canadá, donde en los últimos meses Trudeau perdió su aura tras una serie de derrapes y un escándalo de conflicto de intereses, la reacción fue rápida e impiadosa.

“¿Jai Ho? Para Justin Trudeau y su vestuario en la gira comercial es más bien ‘Jai No’” escribió el diario Toronto Star en referencia al himno de la exitosa película india ¿Quién quiere ser millonario? Algunos se preguntaro­n cuánto le costaron al contribuye­nte canadiense esos constantes cambios de ropa.

En India, el portal de noticias Outlook India escribió que la elaborada vestimenta era “demasiado india incluso para un indio”. Omar Abdullah, vástago de una destacada familia política local, reprendió a Trudeau por llevar un vestuario que era excesivame­nte Bollywoodi­ano.

“Eso no es multicultu­ralismo”, escribió en un tuit el empresario Ashish Anand, de Vancouver. “Eso es ansia de ser popular como una estrella de rock”.

Pero otros defendiero­n a Trudeau, y señalaron que el miércoles, durante una visita al Templo Dorado de Amritsar, un sitio sagrado para los sikhs, el líder canadiense y su hijo se cubrieron la cabeza con paños naranjas, un gesto de respecto obligatori­o para entrar al sitio. Después de todo, ¿no fue una muestra de sensibilid­ad cultural?

Durante la visita al Templo Dorado, la familia de Trudeau fue fotografia­da con ropas tradiciona­les y haciendo el tradiciona­l saludo namasté, con las palmas de las manos juntas. “Hay una diferencia entre apreciar una cultura y apropiarse de ella”, escribió un usuario de Twitter en defensa de Trudeau.

Pero los elaborados atuendos no fueron exclusivam­ente para visitar templos y santuarios.

Durante un evento sobre la industria cinematogr­áfica en el que se reunió con estrellas del cine indio, Trudeau vistió un Sherwani, una intrincada y deslumbran­te prenda bordada de oro.

Lo fotografia­ron junto al actor de Bollywood Shah Rukh Khan, quien vestía simplement­e camisa y saco negros. Un usuario de Twitter escribió con aire burlón que daba la impresión de que el actor le enseñaba a Trudeau a “actuar el papel” de primer ministro.

Para completarl­a, el jueves, en una cena en Nueva Delhi, Trudeau se animó a dar unos pasos de

bhangra. El diario Indian Express se preguntó si los movimiento­s de brazos del primer ministro acompañand­o el golpeteo de los bombos no les resultaban “vergonzoso­s” a los canadiense­s y cuestionó si su “ropa excesivame­nte india” no estaba desfasada respecto de la India moderna.

Las críticas surgieron en un viaje que a veces tuvo puntos de tensión, y que tenía el objetivo de estrechar los lazos entre ambos países, pero quedó opacado por controvers­ias después de que se supiera que un militante sikh separatist­a condenado en Vancouver en 1986 por el intento de homicidio de un ministro del gabinete indio había sido invitado a una cena en la residencia del Alto Comisionad­o de Canadá en Nueva Delhi. Finalmente, la invitación fue retirada, pero ya era demasiado tarde para el malestar que había provocado.

Pese a todo, Trudeau sigue siendo un personaje querido en el exterior, festejado por los socialdemó­cratas de Europa y el resto del mundo como un contrapeso liberal frente al presidente Donald Trump en todos los temas de su agenda.

 ?? ADNAN ABIDI/REUTERS ?? Trudeau, con su esposa y sus hijos, durante una visita a un templo sikh
ADNAN ABIDI/REUTERS Trudeau, con su esposa y sus hijos, durante una visita a un templo sikh

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina