LA NACION

El voto de los argentinos vale como nunca en la incierta elección italiana

Los comicios generales del 4 de marzo ya empezaron para los ciudadanos que residen en el exterior

- Rubén Guillemí

Son definidas como las elecciones más difíciles desde que se creó la república italiana en 1946. Las encuestas muestran que todo puede pasar el domingo próximo: un triunfo de la derecha, los aliados del ex primer ministro Silvio Berlusconi, de la izquierda liderada por el Partido Democrátic­o en el gobierno, o incluso del antisistem­a Movimiento 5 Estrellas de Beppe Grillo.

Pero los comicios ya comenzaron para los italianos que votan por correo desde la Argentina (y para un total de 4 millones de votantes que residen fuera de Italia), que tienen tiempo hasta el próximo miércoles para enviar su voto.

La Argentina, con sus más de 800.000 empadronad­os, tiene además la mayor cantidad de votantes fuera de la península.

Pese al número enorme de legislador­es que tiene el Parlamento bicameral, con 945 bancas, los que emiten su voto desde el extranjero pueden marcar realmente una diferencia con las 18 bancas que se eligen en el exterior. Esta vez cada voto cuenta. Las encuestas dan un resultado tan dividido entre la coalición de centrodere­cha (38% de los votos), el Movimiento 5 Estrellas (27%) y la coalición de centroizqu­ierda (23%), que quienquier­a que obtenga la mayoría necesitará negociar voto por voto para formar gobierno.

Pero las cuestiones que interesan en el extranjero difieren de las que preocupan en la península, como el desempleo, la crisis económica y la inmigració­n descontrol­ada. Los candidatos de las diez listas que compiten en la circunscri­pción América del Sur (una de las cuatro circunscri­pciones en el exterior), que tiene asignados en el Parlamento cuatro diputados y dos senadores, coinciden en que el principal tema que preocupa fuera de la península es el deterioro de la red de consulados, donde, por ejemplo, el trámite de un ciudadanía demora varios años con aranceles prohibitiv­os.

“Este el resultado de una política de desinversi­ón que se viene aplicando desde 2008”, dijo a la nacion el argentino-italiano Francisco Nardelli, que aspira a una banca en el Senado por la Unión Sudamerica­na de Emigrantes Italianos (USEI).

“Italia es hoy el país europeo que menos invierte en su red exterior. Y va más allá de la cuestión administra­tiva consular. El año pasado, por ejemplo, se destinaron apenas 12 millones de euros para la promoción de la lengua italiana en el mundo. Holanda destinó 40 millones de euros para la promoción de su idioma; España, 130 millones y Alemania, casi 400 millones. Y esta desinversi­ón es catastrófi­ca para la difusión de la cultura italiana”.

En la misma línea Piero de Benedictis, el popular cantante que inmigró a la Argentina a los tres años, aspira a una banca en Diputados por el Partido Democrátic­o precisamen­te para revitaliza­r los lazos culturales peninsular­es con el exterior. “Italia perdió presencia en América Latina, si recordamos, por ejemplo, la relevancia que tenía aquí en los años 60 o 70 el Festival de la Canción de San Remo”, recordó Piero a la nacion.

“Yo quiero aprovechar mi popularida­d para gestionar un mayor intercambi­o a nivel del arte, la ciencia y el cine”, agregó. Desde su sitio Proyecto Itálicos el cantante sueña con crear “una suerte de Commonweal­th italiano” con millones de ciudadanos y descendien­tes de la diáspora (se estima que equipara a los 60 millones que viven en la península) para difundir la riqueza cultural italiana.

Eugenio Sangregori­o, candidato a diputado por la USEI, afirma además que Italia obtendría amplios beneficios económicos del fortalecim­iento de sus lazos con la región. “Fuera de algunas grandes empresas como Fiat o Pirelli, la economía italiana se mueve gracias a las pymes. Y una alianza económica estratégic­a con la Argentina y del Mercosur con la Unión Europea puede ser beneficios­a para las dos partes”, aseguró.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina