Tiros, muerte, pintadas en las calles y un club en crisis
Las peleas internas en la hinchada de Newell’s se traducen en crímenes desde hace una década; dos vicepresidentes fueron baleados en los últimos dos años
cada movimiento interno que se produce desde hace una década en la barra brava de Newell’s se trasluce inmediatamente en sangre derramada, en un crimen. La muerte ordena, reagrupa eslabones que siempre están asociados al narcotráfico, en un club que enfrenta una crisis severa con una marcada debilidad institucional. Dos vicepresidentes de Newell’s fueron baleados en los últimos dos años. En noviembre de 2016 el dirigente cristian D’Amico sufrió una emboscada con diez tiros, cuando iba en una camioneta con su hijo, de 10 años. claudio Martínez, alias Tiki, el otro vice, enfrentó dos atentados en su departamento del centro de Rosario.
“La actual comisión directiva hizo un acuerdo con Los Monos, y la espiral de muertes no parará hasta que se queden con el club”, afirmó un alto dirigente de la oposición, que pidió no revelar su nombre. Recordó que la última asamblea de socios terminó con soldados de los cantero repartiendo tiros y sillazos.
A la par fueron asesinados cinco miembros de la barra desde que empezó a entrar en estado de convulsión el liderazgo de la hinchada, tras el paso al costado que dio desde la cárcel Diego ochoa, alias Panadero. Desde su celda, donde está detenido por el crimen de su antecesor Roberto caminos, alias Pimpi, decidió unilateralmente dejar el espacio vacante a la banda de Los Monos. Los cantero conducen las tribunas también desde los pabellones del penal de Piñero, con aliados en la barra de Rosario central, contraria en los colores, pero socia en el negocio narco.
La zaga de asesinatos que sacudieron Rosario en enero y febrero está ligada íntimamente al entramado de la barra de Newell’s. Por los asesinatos de Jonhatan y Ulises caminos está siendo buscado Emiliano ovejero, alias Jija, actual jefe de la barra, quien reemplazó en las tribunas a Rubén Segovia, alias Tubi, miembro de Los Monos y aliado con el clan caminos, en la guerra contra sus enemigos los Funes, por el control de varias zonas del sur de Rosario.
Según la investigación judicial, Jija encabezó los ataques contra los hermanos Funes con Enrique Solís, alias cable, detenido esta semana por la Policía Federal, y junto a un sicario colombiano que aún no fue apresado. ovejero tiene un largo historial ligado a la narcocriminalidad. Estuvo imputado en el triple crimen contra la familia de Milton césar que ejecutó la banda de Los Monos. Un testigo declaró que iba en una de las motos que realizaron el ataque y que fue uno de los que disparó el 28 de mayo de 2013 en avenida Francia y Acevedo, donde murieron tres personas. Jija responde a Máximo Ariel cantero, alias Guille.
Hace tres meses, ovejero fue detenido en las inmediaciones del vestuario visitante de Newell’s, en la derrota de la lepra contra Belgrano de córdoba. como había violado la restricción de entrar a la cancha fue aprehendido por unas horas en la seccional N°5. Pero el fiscal Rodrigo Santana lo liberó tras secuestrarle dos celulares. Un mes antes, una bandera con la leyenda “La banda de J. J.” apareció en la popular leprosa. Jija estaba en la lista de 38 personas que el juez Javier Beltramone le impidió el año pasado el ingreso al estadio Marcelo Bielsa, luego de un informe que elevó el Ministerio de Seguridad de Santa Fe.
ovejero unió a la hinchada con una campaña de pintadas en las calles, algo que se impuso en Rosario desde hace unos cinco años. Las paredes de los barrios muestran quién manda en determinadas zonas. ovejero, según retrató el periodista Alejo Diz, les hizo pagar a los jugadores cientos de litros de pintura para salir a marcar territorio en el sur de Rosario. Entre ellos, el que más ayudó fue Brian Sarmiento, quien incluso participó de una de las actividades de la barra disfrazada con fines sociales en agosto pasado, cuando se festejó el Día del Niño. Brian Sarmiento se sacó selfies con los chicos del barrio y firmó autógrafos custodiado por Jija.