Sin scrum, los Jaguares quedaron a merced de Lions
La supremacía de los sudafricanos en la vital formación se tradujo en la goleada 47-27; una derivación de la decisión que se tomó en la Argentina de restarle preponderancia a esa instancia del juego
La irracionalidad de la decisión que tomó la Argentina hace dos años de restarle preeminencia al scrum quedó expuesta ayer como nunca antes. Como pocas veces, la vigencia que reviste esta formación en el rugby actual quedó en evidencia: el scrum fue el arma determinante con que Lions dominó a los Jaguares y lo tradujo en la amplia y justa victoria por 47-27.
Aun en una competencia que pregona que el scrum no sea más que un reinicio de juego rápido y hasta consiente licencias como tirar la pelota torcida o jugar con las primeras líneas colapsadas, el sometimiento que imprimieron los Lions en el Ellis Park dejó en claro que sigue siendo, como en los orígenes mismos del rugby, una instancia preponderante. Su disputa determina, ni más ni menos, qué equipo tiene la posesión.
Sin scrum y también sin line-out, los Jaguares quedaron a merced de los Lions, subcampeones de las últimas dos versiones del Super Rugby. Los números dan cuenta de lo catastrófico de la obtención argentina: sacaron solo tres de siete scrums propios, cometieron cuatro penales y dos free-kicks en esa formación, y entregaron tres de ocho line-outs.
Así, la defensa que había empezado siendo férrea y hasta productiva se fue debilitando, volvieron a aparecer fallas en el tackle (61% de eficacia) y desacoples organizativos en el juego abierto. Como en el debut ante Stormers, la disciplina fue acuciante. Los ocho penales en contra en el primer tiempo (12 en total) pusieron a los Jaguares a defender contra su in-goal y las dos amarillas inocentes obligaron a redoblar esfuerzos en los 1700m sobre el nivel del mar de Johannesburgo.
En la conferencia post partido, Ledesma primero se autoinculpó por estas falencias, pero también puso el foco sobre los jugadores. “Asumo 100% la responsabilidad, porque cuando es tan grosero el desarrollo tiene que ser culpa del staff”, aceptó. “En el scrum me pareció que ellos estaban más comprometidos, sobre todo los cinco de atrás. Y nuestros líderes del line estuvieron poco finos, nerviosos, jugando al tempo que nos planteaban ellos. no queda más que laburo, laburo y laburo.”
Para rescatar, algunos buenos pasajes ofensivos. El primer try fue una muestra de lo que son capaces los Jaguares: imposición de los forwards para generar inercia en una jugada de varias fases, definición con los tres cuartos. Sin la pelota, fueron escasos los pasajes en que pudieron capitalizar estas aptitudes.
Mario Ledesma, un experto en el scrum como hooker histórico de los Pumas, y entrenador de forwards de los Wallabies, llegó esta temporada a la conducción de la franquicia en buena medida para revitalizar el perimido scrum argentino. Que vuelva a ser una marca registrada que lo distinga en cualquier cancha del mundo, como hasta no hace mucho. Ante Lions se comprobó que esta transformación, que abarca cambios de filosofía, nombres y técnicas en torno al scrum, demandará un tiempo. Sin soslayar que entre expatriados y lesionados ayer había cuatro primeras líneas menos que el año pasado.
El sábado, por la 3ª fecha, los Jaugares jugarán su primer partido en Buenos Aires ante Hurricanes, campeón de 2016. Un equipo que entre los titulares incluye a nueve All Blacks. Enfrentar a Beauden Barrett, TJ Perenara y Julian Savea denota un atractivo para los amantes del rugby y un desafío mayúsculo para Jaguares. Con un aliciente: el scrum no es preponderante para los de Wellington.