En tres nombres, Talleres argumentó el éxito que apuntala su gran campaña
En tres nombres se condensó el triunfo de Talleres, aunque los cordobeses le dan vuelo a la campaña apoyados en el juego colectivo y no en arrestos individuales. Los goles de Juan ramírez y de Santiago Silva y la participación de Matías Pisano en la elaboración de las dos acciones que quebraron la resistencia del arquero Chaves, dieron muestras de que los retoques no resquebrajan a una estructura robusta, que reconoce el libreto, producto del respeto por el ciclo de trabajo del director técnico Kudelka. La victoria 2-0 sobre Argentinos lo sostiene como escolta del puntero Boca, del que lo separan nueve unidades; una posición y una aventura que ilusiona, tanto como lo hizo aquel equipo subcampeón del torneo Nacional 1977 o el que logró el tercer lugar en el Metropolitano 1980.
Cuando terminó la temporada pasada, a Juan ramírez, que surgió de las divisiones inferiores de Argentinos, los dirigentes de Talleres le comunicaron que le rescindían el contrato. El volante había empezado la campaña como titular, pero una lesión en los ligamentos cruzados de la rodilla lo dejó fuera de competencia durante seis meses. El destino le ofreció una segunda oportunidad en la después de la partida de Leonardo Gil. Sin reemplazante, Kudelka le consultó si ya tenía club y pidió por su reincorporación. De 24 años, le daba variantes para jugar como volante externo o interno y hasta en la función de enlace; ayer, después de ensayar una diagonal desde la izquierda, definió una acción que llevó el sello de Pisano, que jugó por primera vez desde el comienzo.
Pisano le ofreció desborde y desequilibrio, siempre por el sector derecho, a una ofensiva que completaron el uruguayo Silva y el ecuatoriano Joao rojas. También concentración, porque estuvo atento al error en la salida de Bojanich, que provocó el 2-0. Pisano cortó y habilitó a Silva, que de zurda marcó y amplió su estadística ante Argentinos: en 15 encuentros, le convirtió 8 veces, con seis clubes diferentes. El charrúa, además, alcanzó los 200 festejos en el profesionalismo; 120 en el fútbol argentino, donde muchas de esas celebraciones tienen un sello ingenioso. Anoche, contó con la colaboración de Pisano para ensayar el acto.
Talleres refleja los conceptos y la impronta que transmite su entrenador Kudelka: un conjunto de bajo perfil, pero que juega con un estilo definido. El resultado de un proyecto que se sostiene en el tiempo.