LA NACION

Greta Gerwig. La reina del indie muestra cómo crecer de golpe

Con Lady Bird, que se estrena pasado mañana, la realizador­a fue nominada al Oscar como mejor directora con esta ópera prima centrada en las obsesiones de una adolescent­e

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en esos rodajes su trabajo no se limitaba a actuar, sino que requería improvisar diálogos e incluso se extendía a prestar ayuda en roles técnicos. esas experienci­as decantaron en su colaboraci­ón con swanberg como coguionist­a de Hannah

Takes the Stairs y de Nights and Weekends, de la que también fue codirector­a.

su presentaci­ón ante un público más amplio se dio con Greenberg, de Noah baumbach, en la que actuó junto con ben stiller y que le abrió un camino para desplegar su talento con actriz en películas independie­ntes, pero de producción más grande y un alcance mayor, como A Roma con amor, de Woody allen; 20th Century Women, de Mike Mills; Jackie, de Pablo Larraín, y Maggie’s Plan, de rebecca Miller. además de elevar su perfil, Greenberg marcó el comienzo de su colaboraci­ón como guionista con el director y de su relación romántica con él. Juntos escribiero­n Frances Ha, un film en blanco y negro sobre una joven bailarina que lucha contra la frustració­n profesiona­l y la dificultad de mantener relaciones personales sólidas. tal vez no haya otra película que capture tan bien como Frances Ha la esencia creativa de Gerwig como actriz y guionista. aunque su siguiente colaboraci­ón con baumbach, Mistress America, también exhibe el atractivo de la actriz como representa­nte de un grupo de cineastas con influencia­s, elecciones estéticas e ideologías similares, pero también como dueña de una impronta propia.

esa impronta única se expande en Lady Bird, que retrata la vida de una chica que está terminando el secundario en un colegio católico de sacramento, California, y sueña con irse a estudiar a una universida­d de la costa este. La película se centra en las relaciones de Lady

Bird (saoirse ronan), cuyo verda-

dero nombre es Christine, pero elige que la llamen así, con su madre (Laurie Metcalf), su mejor amiga, su padre y los muchachos que despiertan su interés romántico (uno de ellos interpreta­do por timothée Chalamet, nominado al oscar por Llámame por tu nombre).

Como el film se siente tan personal y algunos datos de la vida de Gerwig coinciden con los de la protagonis­ta del film, la idea de que se trata de una obra autobiográ­fica resulta fácil de creer. sin embargo, la directora y guionista traza un límite en su identifica­ción con Lady bird aclarando que no se parece a ella, pero admitiendo que se trata de una película muy personal, en un sentido más profundo de la palabra.

“aunque no es literalmen­te autobiográ­fica, hay una verdad emocional central que resuena conmigo –dijo Gerwig, en una entrevista con

The Guardian–. No es que hayan pasado esas cosas, pero sí riman con la verdad. de alguna manera es muy cercano. No me molesta que la gente haga esa suposición porque lo siente muy real. No es tan distinto de cuando una persona piensa que un personaje que interpretá­s es igual a vos. eso puede ofenderte o podés pensar: ‘bueno, entonces hice mi trabajo; te lo creíste, pensás que soy yo’”.

esa cualidad de realidad que traspasa la pantalla no tiene que ver con los detalles de la narración, sino con la precisión con la que el film transmite los sentimient­os de una adolescent­e con muchas ambiciones y también de una madre que tiene que lidiar con las dificultad­es materiales para ayudarla a realizar sus sueños y con la certeza de que esas ambiciones la llevarán lejos de ella. No hay que vivir en sacramento ni teñirse el pelo de rojo como Lady bird para empatizar con eso.

“La película sobre alguien que está creciendo [coming of age] es también aprender a soltar de otra persona y quería mostrar esos dos lados”, dijo la directora a Marc Maron cuando charló con él en su podcast. en esa definición está la clave de la centralida­d que la relación madre e hija tiene en el film.

el enfoque de Gerwig sobre la adolescent­e y sus relaciones separa a Lady bird de los cientos de películas coming of age que existen. No se parece a las películas de John Hughes, porque aunque a la realizador­a le encantan siente que hay una distancia entre lo que muestran y su propia experienci­a como adolescent­e. Las particular­idades de Lady bird tienen que ver con la mirada de Gerwig, antes que nada, pero también con la mirada de una mujer directora.

“Las mujeres directoras que son mis pares y las que vinieron antes que yo significar­on tanto para mí y son la razón por la que tomé el coraje para hacer esto –dijo Gerwig a Entertainm­ent Weekly, sobre su nominación al oscar a mejor dirección–. Me acuerdo de cuando ganó Kathryn bigelow y lo que sentí. Cuando pienso en eso espero que mujeres de todas las edades vean esto y digan: ‘Voy a hacer mi película’. siento que quiero que haya más narradoras mujeres y es un sentimient­o egoísta porque yo quiero ver sus historias. Quiero ver sus películas”.

 ?? UIP ?? La directora (en el centro) durante el rodaje con la protagonis­ta, la actriz Saoirse Ronan, y su madre en el film, Laurie Metcalf
UIP La directora (en el centro) durante el rodaje con la protagonis­ta, la actriz Saoirse Ronan, y su madre en el film, Laurie Metcalf

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