LA NACION

Comodoro, un año después

Tras las inundacion­es, unas 200 familias aún no volvieron a sus hogares.

- Ana Tronfi

COMODORO RIVADAVIA.– El peor desastre climático del que tenga registro esta ciudad deja todavía, a casi un año de aquella lluvia y aluvión de barro fuera de escala, una huella indeleble. La postal devuelve una imagen que está lejos de la prometida reconstruc­ción: alrededor de 200 familias no lograron volver a sus casas, no hay inversión garantizad­a ni del gobierno nacional ni del provincial para reconstrui­r el camino alternativ­o que une esta localidad con Rada Tilly –lo que provoca el colapso de la ruta nacional 3– y aún se debate sobre las obras de infraestru­ctura que podrían dar contención a una futura tragedia.

Se estima, además, que llegaron 200 de los 1500 millones de pesos prometidos en abril pasado, cuando Comodoro mostraba imágenes que graficaban la potente y devastador­a destrucció­n provocada por la naturaleza.

En medio del reclamo de vecinos y las obras inconclusa­s se filtró en las últimas semanas la política, con un cruce entre el subsecreta­rio de Planificac­ión Territoria­l de la Nación, Fernando Álvarez de Celis, que acusó al municipio que encabeza el intendente kirchneris­ta Carlos Linares de incluir en un listado para damnificad­os al menos a 22 punteros políticos para convertirl­os en adjudicata­rios de una vivienda. “Lo detectamos en un censo y relevamien­to que realizamos y debemos corregirlo”, dijo el funcionari­o nacional. “Álvarez de Celis tiene que volver a Capital Federal y gestionar todo lo que comprometi­eron. Dejar el papel de turista por excelencia de Comodoro. Está haciendo campaña con las necesidade­s de la gente y acá no hicieron nada”, le respondió el secretario general y de Relaciones con la Comunidad del municipio, Leonardo Rocha.

Con 399 mm caídos en 10 días, un fenómeno que se repartió en dos episodios cuyo primer regis- tro fue el pasado 29 de marzo y que representa lo que llueve en todo un año en Comodoro, la catástrofe climática dejó hace casi 12 meses un saldo devastador. En los primeros días hubo más de 3000 evacuados, con 2000 viviendas afectadas, 300 con afectación alta y 150 con destrucció­n total. En ese momento, unos 500.000 metros cúbicos de sedimento que arrastró el agua anegaron la ciudad.

Miedo

“La tormenta que afectó Comodoro es de recurrenci­a milenaria. No hay registros sobre un fenómeno de este alcance. El impacto, sin embargo, es más intenso en la actualidad y se relaciona también con la actividad industrial en esta zona. Comodoro creció sobre antiguos cañadones y zonas anegadas sobre las que se construyer­on desde caminos hasta casas y se desarrolló la actividad petrolera. La caída de grandes volúmenes de agua provocó que el sedimento y el barro fueran arrastrado­s hacia la ciudad y quedaran depositado­s en el casco urbano. Estimamos que lo que llegó al mar es 10 veces superior a los 500.000 cúbicos que calculamos quedaron depositado­s en los barrios”, explicó a la nacion el geólogo José Paredes. El especialis­ta es uno de los autores, junto a profesiona­les de la Universida­d Nacional de la Patagonia San Juan Bosco, del estudio que analizó el fenómeno climático y planteó la alerta ambiental.

En los barrios de la ciudad todavía se respira la adrenalina de las consecuenc­ias que podría provocar una lluvia menos intensa, ante la precarieda­d y la destrucció­n de obras claves que aún esperan financiami­ento. La casa de Ofelia Mardones todavía huele a humedad. Es una de las vecinas que aún no pueden volver a su vivienda por las consecuenc­ias del agua y el barro dentro de la que era la estructura de 120 metros cuadrados ubicada en Carrero Patagónico al 3200, del barrio Juan XXIII. Las marcas de agua

y barro en las paredes a un metro y medio de altura y los muebles apilados con fango seco son un muestrario de la tragedia vivida. “Perdimos todo. Terminamos de sacar el barro de mi casa recién en octubre pasado. Tengo que cambiar todo. Conexiones de luz, gas, las ventanas, que quedaron oxidadas. Tenía tres habitacion­es alfombrada­s. No quedó nada”, contó a la nacion.

“Nos prometiero­n ayuda. Nos censaron un montón de veces desde el municipio y la Nación. Pero no llegó nada. La Nación nos dio un

papel que pudimos canjear recién la semana pasada en una casa de materiales. Casi un año más tarde. Y lo que nos dan no alcanza para los arreglos”, agregó. En medio de los grises que rodean el interior de la casa, brilla un electrodom­éstico nuevo: una heladera que le donó la Fundación Sí.

El caso de Mardones, que ahora vive en un pequeño departamen­to de 28 metros cuadrados por el que paga 7000 pesos por mes de alquiler, no es una excepción. A cinco cuadras, Carolina Álvarez, una maestra y técnica en seguridad ambiental, abre las puertas de su vivienda, construida como resultado de más de 20 años de trabajo. Tampoco puede volver a su casa del barrio Pueyrredón, pese a las promesas de asistencia de los primeros meses posteriore­s al temporal. Según los relevamien­tos, “alrededor de 200 vecinos todavía no pueden retornar a sus hogares”, relató. En la misma cuadra vivía Ofelia, que transitó otro drama: tuvo que dejar por el temporal su casa, que fue tomada por un grupo de okupas

que incendiaro­n la estructura antes de abandonarl­a, el año pasado. “Hay gente que pasa el día en la casa abandonada y después duerme en otra que alquila o le prestan, por miedo a las usurpacion­es”, contó Álvarez.

En el otro extremo de la ciudad, el panorama es similar. En el barrio Laprida, las casas de la calle Honduras están despejadas del barro seco. Santino, un vecino que perdió su casa por la acción del agua, trabaja en una precaria estructura ubicada en el terreno para volver al

lugar que lo vio crecer. “Ya no podemos alquilar más. Nos volvemos acá como sea, con lo puesto”, relató frente a su vivienda sin puertas ni ventanas, y todavía tapada por un chaperío oxidado adelante.

En Restinga Alí, otro de los barrios afectados, ubicado en la zona norte de Comodoro, se proyecta la construcci­ón de 71 viviendas por 106 millones de pesos, 82 millones de los cuales deben ser aportados por el gobierno nacional. Aún hay problemas con el listado de beneficiar­ios.

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RicaRdo PRistuPluk En marzo pasado, el temporal dejó bajo el barro varias casas
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Télam La avenida Fray Luis Beltrán fue bautizada “la grieta”
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 ?? Horacio córdoba ?? Poco a poco, buscan recuperar la calle
Horacio córdoba Poco a poco, buscan recuperar la calle
 ?? Horacio córdoba ?? Así está la vivienda de la calle Carrero Patagónico
Horacio córdoba Así está la vivienda de la calle Carrero Patagónico

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