catalejo
¡Ocupado!
No es de las batallas entre los sexos más difundidas, pero aquellos hombres que convivimos con una mujer o más (en mi caso, hasta no hace tanto, nada menos que con cinco) sabemos bien de qué se trata.
El tema es decididamente menor y a los varones hasta se diría que nos suena arbitrario e incomprensible, pero a ellas puede llegar a obsesionarlas. Perdonen lo prosaico del asunto, pero estoy hablando de la tabla del inodoro. Si debe ser levantada antes de ser usada y si hay que bajarla tras su utilización.
Los señores no solemos tener una posición definitivamente tomada al respecto porque es un tema que nos tiene sin cuidado. Sin embargo, ellas siempre militan para que levantemos y cerremos la tapa. Y para que procuremos no salpicar. Punto clave.
Pero lo que hasta ahora era una microscópica polémica casera, si avanza la idea de abrir baños unisex –ya implementados en algunas universidades, también en bares y boliches porteños–, se complicaría no solo por los reclamos femeninos mencionados: las chicas podrían verse inhibidas de parlotear con amigas en su lugar preferido ante nuestra mera presencia y nosotros podríamos impacientarnos al tener que esperar más de la cuenta si los mingitorios pasan a la historia. Ojo.