No habrá público, pero los hinchas amenazan
RIO DE JANEIRO.– Será un debut curioso el del popular Flamengo frente a River en la Copa Libertadores: el estadio Nilton Santos –conocido como “Engenhão”– sufre la sanción de la Conmebol por los graves incidentes en la final de la Sudamericana, ante Independiente, y no tendrá hinchas en las tribunas. La dirección de Flamengo pidió a sus hinchas no acudir a las inmediaciones del estadio y no promover manifestaciones frente al hotel donde se aloja el plantel de River. Aún así, se han tomado medidas de seguridad para evitar conflictos.
En los últimos días, simpatizantes de Flamengo habían indicado en las redes sociales que igual acudirán al Engenhão y hasta intentarían ingresar por la fuerza. Antes de la definición de la Copa Sudamericana, el 13 de diciembre pasado, los hinchas habían protagonizado graves disturbios en el Maracaná y, la noche anterior, en las cercanías del hotel donde se hospedaban los jugadores de Independiente.
La dirección de Flamengo también informó que contrató agentes de seguridad privada para reforzar la contención de los ingresos al estadio. Ya afuera, el operativo de seguridad será responsabilidad de la Policía Militar del estado de Río de Janeiro, que acaba de ser intervenida militarmente como consecuencia de la reciente oleada de crimenes y violencia.