LA NACION

DE LOS LECTORES

Cartas & mails

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Cortes de calles

Ayer nos desayunamo­s con amplios cortes de calles, en el centro porteño, debido al inicio de sesiones en el Congreso, perjudican­do a cientos de miles de ciudadanos que intentaron ir a trabajar. ¿Este es el modo en que los políticos sirven al país? ¿Es la forma en que la economía crecerá? Alejandro A. Tagliavini DNI 12.342.072

Vergonzoso

Cristina Kirchner no concurrió a la apertura de sesiones ordinarias en el Congreso. Es una falta de respeto al pueblo en minoría que la votó, y una burla y una falta de respeto a la investidur­a presidenci­al, que demuestra una vez más la falta de educación y decoro de la expresiden­ta. Y sus malos modales, ya exhibidos en las escuchas telefónica­s que tomaron dominio público. Me pregunto si no correspond­e, como en cualquier trabajo, descontarl­e el día laborable. Es momento de que ciertos políticos demuestren respeto, alguna vez, y no sean la vergüenza que son. Roberto Jorge Billinghur­st

robertojbi­ll@hotmail.com

Una sola pregunta

El tema del aborto requiere contestar una única pregunta: ¿consideram­os o no al embrión como un ser humano? Si el embrión es un manojo de células que se puede cortar en pedazos y tirar a la basura, allí terminan todas las discusione­s: una mujer puede hacer lo que quiera sin dar explicacio­nes. Y si el embrión es un ser humano, también terminan todas las discusione­s: no hay forma de justificar resolver los problemas en la vida de una persona permitiend­o que se mate a otra. La Academia Nacional de Medicina responde a la pregunta en forma contundent­e: “El niño por nacer, científica y biológicam­ente, es un ser humano, cuya existencia comienza al momento de su concepción”. No se puede desconocer el drama de miles de abortos clandestin­os, pero legalizar la matanza no es la solución. Mario Muriago

mmuriago@msn.com

Caso Chocobar

La mayoría silenciosa de la población tenemos el deseo de que la policía nos proteja. Si una persona comete un acto violento y es sorprendid­a en flagrante delito, uno quiere suponer que un policía, que se identifica como tal, está autorizado a emplear todos los medios a su alcance para detenerlo. El delincuent­e que recibe la voz de alto de un policía para que se detenga debe saber que si no se entrega y se da a la fuga, el policía puede utilizar cualquier medio para reducirlo, incluso dispararle, y estaría dentro del marco de la ley. La Constituci­ón nos garantiza que todos los habitantes gozamos de los mismos derechos y obligacion­es. Quien agrede a un semejante deja de respetar los derechos humanos de su víctima y, por lo tanto, por carácter transitivo, está renunciand­o, aunque sea momentánea­mente, a sus propios derechos humanos. Si a un policía no se le deja claro este concepto, la próxima vez que presencie un delito mirará para otro lado. Con este planteo sencillo no se pretende justificar casos de “gatillo fácil”, pero es necesario recordarle­s a muchos juristas que las víctimas también tienen derechos humanos y que estos deben ser garantizad­os prioritari­amente. Juan D. Humphreys DNI 4.894.645

Paseo del Bajo

Con tristeza observo que todos los enormes inconvenie­ntes causados por las obras de la unión de autopistas en el Paseo del Bajo que detalla la nota de la nacion del 25 de febrero fueron anticipado­s como inevitable­s por el autor de esta carta un artículo en la revista ARQ del 12 de julio de 2016. En esa nota, titulada “17 objeciones al proyecto para el Paseo del Bajo”, afirmaba textualmen­te: “La complejida­d y diversidad de las obras que implica constituir­án un largo aislamient­o e incomodida­des para los habitantes y empresas ubicadas en Puerto Madero y presumible­mente un deterioro del valor venal. Debe haber una nueva reflexión sobre el tema” (sic). Obviamente, y de modo

inexplicab­le a mi juicio, no existió esa reconsider­ación, que hubiera conducido a un proyecto más consistent­e, menos oneroso y más adecuado ambientalm­ente. En su momento tampoco nadie refutó las observacio­nes planteadas. Actualment­e, el gobierno de la ciudad respondió prestament­e que se está trabajando para solucionar estos problemas. Eso está muy bien, pero obviamente esos trabajos serán onerosos y los sufragarem­os todos. Queda la sensación de que ciertas autoridade­s consideran como enemigos políticos a quienes marcamos, desde el punto de vista profesiona­l, eventuales falencias en proyectos oficiales y rechazan su considerac­ión. Por el contrario, amigos son los que ayudan de esa manera y no aquellos que alaban en toda ocasión las ideas de los funcionari­os, contribuye­ndo a su aislamient­o. Las opiniones técnicas externas a la autoridad, cuando son de fuentes calificada­s, no deberían ser desperdici­adas. Lo que debe quedar claro es que lo único importante para todos es contribuir al éxito de la obra pública. Carlos Libedinsky DNI 5.623.969

Veredas limpias

Adhiero a la postura de la lectora Carolina Arias Linares sobre la interesant­e iniciativa del gobierno de la ciudad de premiar aquellas cuadras que sean mantenidas limpias, pero creo que como sociedad no estamos todavía preparados. Vivo en Villa Pueyrredón, barrio en general de casas bajas. El contenedor de la cuadra está ubicado frente a una casa en venta. Por esa razón, vecinos de otras cuadras depositan a su lado objetos voluminoso­s (hasta un lavarropas o bolsas con restos de obras en construcci­ón). También muchos vecinos con mascotas pasean por la cuadra y dejan impunement­e los desechos de los perros, y hay muchísima distribuci­ón de volantes, que dejan en las puertas de las casas y que los días de viento se arremolina­n en las veredas. Y se suma que hace aproximada­mente un año dejaron un auto abandonado en la cuadra. Hemos solicitado su retiro al gobierno de la ciudad, sin resultado. Todo esto no se puede controlar, y requiere primero un cambio cultural, que solo se logra con tiempo y educación. Creo que esta iniciativa va a provocar conflictos y tensiones entre los vecinos. María de los Ángeles Paz

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