La economía no entusiasma
Por efecto de la sequía los analistas, que hasta hace un mes proyectaban una expansión del 3%, ahora estiman 2,7%; elevaron de 19,4 a 19,9% sus proyecciones para el IPC
Un nuevo deterioro en las expectativas económicas dejó a la vista ayer la encuesta del Banco Central (BCRA). Los analistas recortaron las proyecciones de crecimiento para este año y subieron las de inflación.
Un nuevo y marcado deterioro en las expectativas económicas dejó a la vista ayer la encuesta que el Banco Central (BCRA) mensualmente realiza entre bancos y consultoras precisamente para tener en cuenta en su diseño de políticas las proyecciones con que estas se manejan.
El dato lo dejó la versión febrero 2018 del Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) al mostrar que los analistas aguardan para este año un crecimiento de 2,7%, menor al 3,1 que esperaban hasta diciembre y más bajo que el 3% que proyectaban hace un mes.
A su vez volvieron a corregir al alza, por tercer mes consecutivo, sus proyecciones sobre inflación (que en dos meses se elevaron del 17,4 al 19,9%) y tipo de cambio, al que imaginaban en $20,40 hace dos meses y ahora –por imposición de la realidad– ya prevén en $22, para fin de año.
Los resultados no llaman la atención ya que varias consultoras y bancos habían difundido recientemente revisiones en sus estimaciones que iban en esa dirección.
Pero lucen como un llamado de atención para el Gobierno que enfrenta una ampliación en la brecha entre sus proyecciones y las privadas, con el perjuicio “extra” de que estas últimas parecen resultar más creíbles para los inversores, a juzgar por el aumento de 19% que exhibe en lo que va del año la tasa de riesgo local, dato no menor cuando se aspira a vivir del crédito.
Por lo pronto, pese al sólido dato de crecimiento de 3,5% que dejó trascender para enero el Gobierno, los analistas no dudaron en ajustar a la baja (de 0,7 a 0,6% y del 0,7 al 0,5%) sus proyecciones de expansión de la tasa de actividad para el primer y segundo trimestre del año respecto del trimestre previo.
“En este recálculo seguramente entran en juego los recortes esperados en la cosecha, producto del avance de la sequía”, explicó a la nacion uno de los economistas que toma parte del REM, que este mes recogió entre el 26 y 28 de febrero impresiones de 55 encuestados, entre consultoras, centros de investigación y bancos locales y del exterior.
Esto afectó la previsión de crecimiento para el año en curso, aunque tuvo un impacto menor sobre la expectativa para 2019 (a la que recortaron, pero solo de 3,1 a 3%, por menor efecto arrastre) y ninguno sobre la proyección para 2020 que se mantuvo en 3 por ciento.
Para el BCRA el dato más duro es que volvieron a subir las expectativas de inflación. Esto indicaría que, aunque recientemente entregó señales de haber dejado en pausa el recorte de tasas que le impuso la Jefatura de Gabinete, los analistas juzgan que esa reacción tal vez llegó tarde y no fue la adecuada.
“Las expectativas de inflación sigeneral guen divergiendo, y cada vez más, de la meta para todos los plazos relevados. Tanto para la total como la núcleo, a excepción de 2020 para esta última que es cuando se da por concluido el ajuste de tarifas. En definitiva, es otro REM duro para el BCRA”, juzgó el economista Gabriel Caamaño, del Estudio Ledesma.
La inflación proyectada a nivel para el año subió de 19,4 a 19,9% (+0,5%), al tiempo que la medición núcleo aumentó de 16,9 a 17,1 por ciento. A su vez, para 2019 la expectativa de inflación subió de 13,5 a 14% para el nivel general y de 12 a 12,6% para la núcleo. A mediano plazo
Solo llegado 2020 los analistas coinciden con el Gobierno en que el ajuste anual en los precios podría llegar a ser de un dígito. Aun así, lo que para el BCRA sería 5%, para el mercado sería 9 o 9,7% anual.
Por las dificultades para combatir la inflación a su vez prevén que el anunciado proceso de ajuste a la baja en las tasas, que impulsó a fin de año el Gobierno, sea aún más gradual, por lo que elevaron las proyecciones de tasa de referencia en alrededor de 50 puntos básicos en todos los períodos relevados.
En concreto, aguardan que la tasa termine marzo en 27% (es decir, apenas 25 puntos por debajo del nivel actual) y finalice el año en 22% (antes la esperaban en 21,75%).
En cuanto al dólar, las correcciones en los cálculos sobre el tipo de cambio son más notorias para el corto que para el mediano plazo, aunque parecen haberse quedado cortas. Para fin de marzo prevén un dólar a $20,1 (contra $19,7 que esperaban hace un mes), mientras que la proyección para fin de año es de $22 y para fin de 2019, de $24,6, en ambos casos, 10 centavos por encima de la estimación de enero.