Interrogaron a Netanyahu por sospechas de favorecer a un empresario de los medios
El premier debió declarar por una de las seis causas de corrupción que lo implican
JERUSALÉN.– Jaqueado por numerosas investigaciones de corrupción, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, declaró ayer durante cinco horas ante la policía por uno de los casos de los que se sospecha su intervención, al igual que su mujer, también sometida a interrogatorio.
La policía le tomó declaración sobre sus relaciones con el empresario Shaul Elovitch, principal accionista de Bezeq, el grupo de telecomunicaciones más importante de Israel. Fue su primer interrogatorio sobre este caso en particular, aunque ya había comparecido otras ocho veces por otras causas.
Los agentes llegaron a la mañana en dos camionetas a la residencia del premier, en el elegante barrio de rehavia, en Jerusalén, y allí mismo se realizó el extenso interrogatorio, mientras su mujer declaraba por separado en la sede de la Unidad de Delincuencia Económica israelí.
Los investigadores tratan de determinar si los Netanyahu intentaron asegurarse una cobertura favorable de parte de Walla, un portal de informaciones propiedad de Elovitch, a cambio de favores del gobierno que podrían haberle reportado millones de dólares al emporio mediático.
Para el premier israelí, cuyo largo reinado de 10 años está amenazado por la serie de casos que salen continuamente a la luz, y que suscitan críticas de todos los frentes, se trata de una “caza de brujas” de la prensa y la oposición.
“Estoy seguro de que todo esto acabará en nada y quiero decirles a los millones de israelíes que sus extraordinarias muestras de apoyo para mí, mi esposa y mi familia son reconfortantes”, dijo Netanyahu en un video difundido tras su comparecencia ante los investigadores.
La fiscal yehudit Tirosh, de la Autoridad de Valores de Israel, declaró esta semana que Netanyahu está en el centro de “un caso muy grave de dar y recibir sobornos”. Según la funcionaria judicial, se trató de “generar una página de Internet con el objetivo de brindar una mejor información” sobre el gobernante.
La investigación sobre los vínculos del gobierno con la firma Bezeq comenzó en 2017, pero estalló a mediados de febrero pasado, con la sonada detención del empresario Elovitch y otras seis personas relacionadas, entre ellas dos cercanos colaboradores de Netanyahu.
Según medios israelíes, uno de los detenidos, Shlomo Filber, exdirector general del Ministerio de Comunicaciones y hombre de estrecha confianza del premier, sería el enlace entre el matrimonio Netanyahu y el millonario Elovitch.
Tras su detención, Filber negoció con los investigadores un acuerdo de cooperación a cambio de salvarse de una condena a prisión y ser clasificado como testigo protegido.
La policía estaría además en posesión de elementos muy comprometedores, como grabaciones de conversaciones entre varios de los sospechosos, entre ellos la mujer del premier. y no se descartan nuevos acuerdos entre otros detenidos y los investigadores que llevan el caso, y que dejarían más expuestos a los Netanyahu a cambio de inmunidad.
El Canal 10 de la televisión israelí se refirió anteanoche a grabaciones en las que Elovitch alude a Netanyahu, donde el empresario dice que el premier “está haciendo un esfuerzo por nosotros, tenemos que hacer un esfuerzo también”.
“Fake news (noticias falsas). Nunca se ha producido nada semejante”, respondieron los servicios de Netanyahu en las redes sociales.
Después de un año de investigaciones, la policía israelí recomendó hace dos semanas a la fiscalía la imputación por corrupción de Netanyahu, entre otras cosas por el controvertido acuerdo por tres submarinos de guerra alemanes vendidos a Israel y construidos por el gigante industrial Thyssen krupp.
En otros dos casos en los que estaría implicado el primer ministro, se sospecha que Netanyahu y miembros de su familia recibieron regalos de lujo por un valor de 285.000 dólares de parte de acaudaladas personalidades a cambio de favores financieros o personales.
Hasta ahora, los jefes de los partidos de su coalición de derecha, sobre los que reposa el gobierno de Netanyahu, siguen siendo solidarios con el primer ministro mientras no sea procesado.