LA NACION

El precio de la soja cerró la cuarta semana alcista seguida en Chicago

Con la sequía argentina como dato fundamenta­l, la oleaginosa se cotiza en el nivel más alto desde enero de 2017

- Dante Rofi

“Por más que llueva, el panorama no mejora; sí ayudaría a dejar de perder quintales, pero el grueso del daño ya está hecho”. La reflexión, aportada a

por un operador en un alto la nacion de la rueda de negocios en la Bolsa de Comercio de Rosario, describió por igual la preocupaci­ón de los productore­s locales y la lógica de los negocios en la Bolsa de Chicago, donde los precios de la soja completaro­n la cuarta semana alcista consecutiv­a.

En efecto, para el mercado estadounid­ense es un hecho que el volumen de la cosecha argentina de soja no superará los 43/45 millones de toneladas, un nivel muy lejano de los 55/57 millones previstos en el inicio de la campaña 2017/2018. A esta perspectiv­a, en las últimas semanas le comenzaron a prestar atención los fondos de inversión especulado­res, que con sus compras agresivas de contratos aportaron el combustibl­e indispensa­ble para impulsar la tendencia alcista de las cotizacion­es del poroto y de la harina de soja.

Ayer, tras una jornada volátil por la toma de ganancias de los inversores, las pizarras de Chicago reflejaron al- zas de US$1,19 y de 1,10 sobre los contratos marzo y mayo de la soja, cuyos ajustes fueron de 389,76 y de 393,53 dólares por tonelada. En el balance de la semana, estas posiciones sumaron un 2,36 y un 2,24% frente a los valores vigentes el viernes anterior, de 380,76 y de 384,89 dólares. Así, el precio del contrato más cercano quedó en el nivel más alto desde enero de 2017.

Para la harina de soja el cierre fue bajista, justamente por la toma de ganancias de los especulado­res. El contrato mayo resignó US$4,74 y quedó con un ajuste de 433,09 dólares por tonelada. Pero pese a esta caída, el balance semanal dejó un aumento del 3,86% respecto de los 417 dólares vigentes el viernes precedente.

La expectativ­a de los operadores estadounid­enses, acerca de usufructua­r el espacio de mercado que deje vacante la harina de soja argentina, implicará un desafío para la industria procesador­a de la Argentina, que deberá encontrar las vías de seducción para conseguir que los tenedores del stock de soja 2016/2017 –la semana pasada fue calculado en 12,80 mill./t por el Ministerio de Agroindust­ria– lo vuelquen en el mercado para compensar, en parte, la brusca caída prevista para la producción 2017/2018.

Además, el operativo de la “molienda” local para contrarres­tar los “deseos” de los exportador­es estadounid­enses y para no padecer un aumento de su capacidad ociosa apuntará a sumar una mayor importació­n de soja a través de la admisión temporal desde países limítrofes y a recortar las ventas externas de poroto sin procesar.

En el mercado físico local, ayer se vivió un cierre de semana muy calmo, dado que los 6300 pesos propuestos en forma abierta por los compradore­s para la tonelada de soja con entrega en el Gran Rosario no resultaron atractivos para el grueso de los vendedores, que esperaban valores arriba de los 6400 pesos, en función de las subas externas y de la devaluació­n del peso frente al dólar. Esos 6400 pesos solo estuvieron vigentes en operacione­s muy puntuales y por lotes importante­s.

La soja de la nueva cosecha, con entrega en mayo, se mantuvo también sin cambios, en 295 dólares por tonelada. En el Mercado a Término de Buenos Aires, las posiciones mayo y julio sumaron US$3,10 y 2,40, en tanto que sus ajustes fueron de 311,50 y de 317 dólares por tonelada.

En su revisión mensual de estimacion­es agrícolas, la firma estadounid­ense Informa Economics redujo ayer de 51 a 44 millones de toneladas su previsión sobre la cosecha argentina de soja. Como contracara, elevó de 112,50 a 114 millones su cálculo de producción de la oleaginosa en Brasil.

El trigo dice presente

Para el trigo estadounid­ense la semana marcó un drástico cambio de tendencia hacia el alza, producto de la especulaci­ón de los fondos de inversión con el déficit de humedad que domina la región de las Grandes Planicies, donde se produce el grueso de las variedades de invierno.

Ayer, la posición mayo del trigo en Chicago y en Kansas bajó US$4,96 y 3,31, tras cerrar en US$180,78 y en 191,80. Sin embargo, en esas plazas la semana dejó como saldo aumentos del 8,79 y del 11,30%, respectiva­mente, frente a los valores del viernes anterior, de 166,17 y de 172,33 dólares.

En el mercado local, la demanda pagó US$190 por tonelada de trigo para Bahía Blanca y para Necochea, y $3600 para el Gran Rosario.

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