Cayó en Berlín el dueño de la droga hallada en la embajada rusa
Andrei Kovalchuk, conocido como el Señor K, tenía un pedido de captura dictado por un magistrado de Moscú
El supuesto dueño del cargamento de 389 kilos de cocaína secuestrados en doce valijas halladas en la embajada de Rusia en Buenos Aires fue apresado en Berlín y será extraditado a Moscú en los próximos días, dado que la Justicia rusa había solicitado su captura internacional.
El Señor K, tal como figura en el expediente que se instruyó en la Justicia Federal de nuestro país, quien habría sido identificado como Andrei Kovalchuk, según los policías rusos que participaron de la investigación junto con la Gendarmería, fue detenido en un suburbio de Berlín, donde llegó proveniente de Hamburgo. Hace una semana tres integrantes de la organización fueron apresados en Moscú cuando concurrieron a una dependencia oficial a retirar las doce valijas con droga, que habían sido enviadas a Rusia mediante el canal diplomático y en una entrega controlada.
La detención de Kovalchuk había sido confirmada por la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich. “Se trata del dueño, el cerebro, el jefe de la organización narcocriminal que planeaba traficar droga en valijas diplomáticas. Con su detención, la banda fue desarticulada”, expresó Bullrich.
Hace nueve días, otros dos integrantes de la organización habían sido apresados en la Argentina. Se trata de Iván Blizniouk, quien se desempeña en el área de capacitación del Instituto de Seguridad Pública de la Policía de la Ciudad y, además, era asesor de Seguridad de la embajada de Rusia. El segundo sospechoso, que habría sido identificado como Alexander Chikalo, fue detenido en su casa de Flores. Ambos imputados nacieron en Rusia, pero son argentinos naturalizados.
En el caso de Blizniouk, antes de desempeñarse en la Policía de la Ciudad, formó parte de la Prefectura. Este oficial se jactaba de poseer los contactos para organizar viajes de estudio de cadetes de la escuela de policía a Rusia para realizar cursos de capacitación.
Según consta en las escuchas telefónicas que figuran en el expediente, el imputado había planeado dotar de estatus diplomático el viaje de capacitación para poder mandar las valijas sin que las revisaran. Pero nunca consiguió esa autorización.
No obstante, según aparece en el pedido de detención presentado por el fiscal federal Eduardo Taiano y por el titular de la Procuraduría especial de Lucha contra el Narcotráfico (Procunar), Diego Iglesias, los apresados en la Argentina habrían participado de las maniobras para sacar las valijas de la embajada y lograr que pasaran sin ser revisadas por el aeropuerto de Ezeiza.
“En todas las conversaciones telefónicas que se grabaron durante la investigación, que duró un año, el Señor K aparece como el cerebro de la organización delictiva”, expresó Bullrich y aclaró que será extraditado a Rusia a pedido de la Justicia de ese país.
La investigación que terminó con las detenciones de seis imputados –dos en la Argentina, tres en Rusia y el último en Alemania– comenzó el 13 de diciembre de 2016, cuando el embajador ruso llamó a Bullrich para denunciar que en el colegio de la sede diplomática había doce valijas cuyo ingreso nadie había registrado.
Entonces, la ministra designó a un grupo de investigadores de la Gendarmería para que concurran a la embajada. Cuando los gendarmes abrieron las valijas hallaron 389 kilos de cocaína. Todo el procedimiento fue grabado y fotografiado, y contó con la supervisión del fiscal Taina y del juez federal Julián Ercolini, quienes determinaron que había que desbaratar a la banda.
Así fue como los responsables de la pesquisa decidieron organizar una entrega controlada. Para tal fin, primero secuestraron la droga y la reemplazaron por harina, que los gendarmes compraron durante la madrugada en el Mercado Central. En menos de seis horas, los investigadores colocaron localizadores en las valijas y una cámara en el recinto en el que estaban guardadas.
Durante más de un año, los funcionarios judiciales y los gendarmes esperaron que las valijas, que pertenecían al agregado de finanzas de la embajada, fuesen retiradas. El Señor K había viajado once veces a nuestro país para recuperar el cargamento y mandar la droga a Rusia.