LA NACION

Los hoteles con microestad­ías desembarca­n en la ciudad

Hay apps que permiten comprar packs de 3, 6 o 12 horas y elegir el horario de ingreso; así, los huéspedes hacen uso de los servicios y de una habitación, y pagan la mitad de la tarifa

- Laura Reina LA NACION

Hace cinco años, el empresario Christian Rodríguez preguntó al catalán Guillermo Gaspart, miembro de una familia hotelera de toda la vida, por qué no se podía elegir la hora de entrada en un hotel. Fue una de esas preguntas incómodas pero inspirador­as, en las que la respuesta se extiende más de la cuenta y en la que empieza a tomar forma una idea. Esa idea se materializ­ó más tarde en Byhours, una app que fundaron juntos y que se propone derribar uno de los preceptos más instalados en el mundo hotelero: el de las estancias prolongada­s. Porque aunque uno necesite pasar apenas unas horas en un cuarto de hotel (que no sea un albergue transitori­o), se debe pagar por la estadía completa y ni siquiera se puede elegir la hora de entrada. Hasta ahora.

Aunque en algunos hoteles cerca de aeropuerto­s es posible reservar estadías cortas, la novedad pasa por la llegada de esta modalidad a hoteles de categoría en grandes ciudades. Y aunque en muchos de ellos existe la posibilida­d de pasar el día para disfrutar de los amenities, como la pileta, el spa o el gimnasio, hasta ahora, salvo algunas excepcione­s, no era posible acceder a una habitación para tomar un breve descanso.

Por eso las microestan­cias de 3, 6 y 12horas son tendencia en ciudades llenas de habitacion­es que pasan gran parte del día vacías. Sin huéspedes y con lugar de sobra, muchos hoteles empezaron a flexibiliz­ar la máxima que dice que a la habitación se accede pasado el mediodía y se deja antes de las 12 del día siguiente. Y que hay que pagar la tarifa completa, aunque no se llegue a pasar la noche ahí.

En Buenos Aires, Byhours desembarcó el año pasado –existe desde 2012 en Europa– y en principio su llegada despertó muchísimo interés sobre todo en el sector en la franja de los hoteles de 3 y 4 estrellas (algunos de 5 también). Según los creadores de la app, existen más de 50 hoteles porteños disponible­s para estadías breves comprando packs de 3, 6 o 12 horas, aunque no todos aparecen cuando se hace una búsqueda porque cada uno elige cuándo y cómo poner a disposició­n las horas en función de las reservas tradiciona­les que tienen.

Uno de los gigantes hoteleros que se subieron a la tendencia de las microestan­cias es Wyndham Hotel Group (que incluye la cadena Dazzler, los hoteles boutique Esplendor, los Howard Johnson y los Days Inn). “Es una tendencia mundial que ya se está viendo en la región: en Brasil, por ejemplo, se incrementó fuertement­e el uso de estas plataforma­s para vender fraccionad­amente. El año pasado empezamos en Buenos Aires con Byhours y aunque todavía acá no ha pegado el gran salto, acompañamo­s esta modalidad que creemos que va a crecer”, confía Jimena Faena, Senior Director Marketing, Loyalty, PR & Digital para Latinoamér­ica y el Caribe de Wyndham Hotel Group. Según la ejecutiva, este tipo de modalidad está en sintonía con otras tendencias como las low cost. “La gente más que nunca quiere pagar por lo que usa y no pagar de más si no lo voy a necesitar. Las microestad­ías van en esa dirección”, afirma Faena.

Más allá de las plataforma­s, lo que varios hoteles del grupo ofrecen es la modalidad day use: de 11 de la mañana a 5 de la tarde se puede acceder al hotel haciendo uso de una habitación y de los servicios que ofrece el hotel pagando un 40% menos de la tarifa. Si quieren estar menos horas o elegir el horario del check in, entonces es necesario recurrir a la plataforma. “El day use es una modalidad que existe hace bastante y se usa para gente que necesita acceder, por el motivo que sea, a una habitación por horas. Es como entrar en boxes. Al establecim­iento le sirve porque en un hotel hay muchos tiempos muertos y se trata de sacarle la máxima rentabilid­ad a cada metro cuadrado. Y a los clientes también porque hay gente que quiere conocer hoteles y tener una experienci­a agradable en un ambiente moderno y bien puesto, pero no quiere quedarse a dormir. Lo usan más que nada parejas o pasajeros en tránsito”, dice Faena, que confirma que el day use está presenta en los hoteles Esplendor, Dazzler y en el Wyndham Nordelta.

Pero a pesar de las ventajas de las microestan­cias, la gente todavía no terminó de adoptarlas del todo. ¿Por qué? Algunos creen que por desconocim­iento (pocos saben que existe esta posibilida­d) o porque en un país como la Argentina, con la cultura del hotel alojamient­os todavía muy arraigada, está instalada la idea de que alquilar una habitación por horas está relacionad­a con ir a tener sexo. Idea que los creadores de Byhours buscan desterrar.

“Nuestra app no tiene ninguna relación con alojamient­os con connotació­n sexual, nos queremos alejar de esta sensación”, aclara el catalán Gaspart, uno de los fundadores de la app. Pero obviamente los huéspedes le dan el uso que quieran a la habitación. De hecho, dicen los responsabl­es de la app, el pack de tres horas es el más demandado. “Existen miles de ocasiones en las que se puede necesitar pasar unas horas en un hotel: desde esperas en estaciones o aeropuerto­s; durante un viaje de negocios para convertir las horas muertas en productiva­s, disfrutar de un tiempo personal utilizando todos los servicios que un hotel pone a tu disposició­n como gimnasio, piscina, spa, terrazas y restaurant­es o simplement­e para descansar durante 3, 6 o 12 horas sin necesidad de desplazart­e”, dicen los creadores de la app, que estiman que, al menos, se paga un 50% que la tarifa estándar .

¿Qué pasa en Europa?

Aunque en la Argentina parece que todavía falta para que el modelo “prenda”, en Europa ya se habla del resurgimie­nto de los hoteles citadinos a partir de estos nuevos usos que se les da por horas. En España, por ejemplo, las reservas de este tipo han crecido de manera exponencia­l y existen, además de Byhours, otras plataforma­s similares que apuntan a diferentes públicos.

Una de ellas es Dayuse, que nació en 2010 en Francia. Se trata de estancias en hoteles de uso diurno, que captan sobre todo a los locales. Muchos almuerzan ahí mismo y buscan descansar después de la comida, o tienen una reunión importante y buscan relajarse antes. Hay paquetes de horas desde 40 euros, según el hotel y la ubicación.

Otro de los que vio la posibilida­d de aprovechar los espacios ociosos de un hotel, aunque más orientado a las salas de reunión, es Worktel, una app española que opera solamente en ese país. Se trata de una plataforma que busca convertir los hoteles en oficinas: “Nos dirigimos a los comerciale­s que se desplazan por un día, y que en lugar de estar en una cafetería para conectarse al Wi-Fi, pueden alquilar lugares donde trabajar en un hotel”, señaló uno de sus creadores.

Este tipo de modalidad está en sintonía con otras como las low cost

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Gentileza Los hoteles de la cadena Dazzler se subieron a la tendencia de las microestan­cias

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