Rusia 2018. A 100 días, Sampaoli aún duda
La gira por Manchester y Madrid, vital para definir el perfil de la selección en el Mundial
Jorge Sampaoli está estancado: tiene muy claro el 80% de los nombres que deben integrar la selección en Rusia 2018, pero hoy, exactamente 100 días antes del comienzo del Mundial, sigue dudando acerca del 20% restante. No hay jugadores que en la recta final de la temporada estén atrapando su atención, nadie que esté jugando como para subirse indiscutiblemente a la lista.
Fue Jorge Sampaoli el que señaló que los próximos amistosos de la selección bien podrían ser cruces por las semifinales de una Copa del Mundo. Es cierto, a nadie sorprendería un Argentina vs. España cuando apenas queda un puñado de equipos en un Mundial. Lo mismo con Argentina vs. Italia visto en perspectiva histórica, más allá del derrumbe coyuntural de la Azurra. Por eso los ensayos de finales de mes arrojarán definiciones inaplazables. Se agota el tiempo y el técnico no se engaña: el estilo ya no puede parpadear. Es hora de sembrar confianza y pertenencia. De afirmar una idea y prácticamente cerrar el plantel. En la intimidad, el técnico se planteó: ¿qué necesitan los jugadores a 100 días del Mundial? Seguridades, concluyó.
Hay un lote consolidado. Lo integran Romero, Guzmán, Mercado, Otamendi, Mascherano, Biglia, Di María, Banega, Higuaín, Agüero y naturalmente Messi. También, Salvio, Acuña y Fazio. A todos ellos, últimamente –aunque aún no debutó en el ciclo Sampaoli– se sumó Marcos
Rojo, viejo conocido de la ‘mesa chica’. Son 15, aunque podrían ser 17. Pero Dybala retrocedió. Y Enzo Pérez, también. Mucho retrocedió el volante de River. Hace meses que la lista prácticamente no se mueve. Está estancada en una medianía que no le permite crecer de ese 80% que confesó el entrenador. Es que en la recta final de la temporada que desembocará en la Copa, nadie está atrapando la atención. Nadie está jugando como para subirse indiscutiblemente a la lista.
La próxima gira por Manchester y Madrid será decisiva para algunos. Para Ramiro Funes Mori, por ejemplo, que no juega hace casi un año en Everton y Sampaoli lo quiere ver al menos entrenar para definir si vale seguir esperándolo. Pero la semana de convivencia y los dos amistosos resultarán especialmente determinantes para un apretado lote de volantes ofensivos y delanteros que no termina de convencer ni de decepcionar al técnico de Casilda: Lo Celso está por encima del resto; luego, Lanzini, Paredes, Perotti, Rigoni, Ángel Correa y ‘Papu’ Gómez. Para cualquiera de ellos se tratará del debut mundialista. Viajan en el sopor de la indefinición y
alimentan ese 20% que intranquiliza al entrenador. Una fuente muy cercana a la intimidad del cuerpo técnico le confió a la nacion que el DT siente que acá no puede fallar: los que finalmente elija, junto con Agüero, Di María y Banega, principalmente, deben ser los socios que potencien a Messi. Deben sostener ese tramado colectivo que le ofrezca variantes al capitán.
Sobre esquemas y pruebas
La gira, también, servirá para hacer ensayos tácticos. Partirá Sampaoli de un 4-4-2 porque tomará la idea de Valverde en Barcelona, y luego descompondrá la partitura en ataque. Entonces, por momentos asomará un 4-2-3-1 y hasta un 4-3-2-1. Es más, no habría que sorprenderse si con ese dibujo, en alguna ocasión, reaparecen los ‘Cuatro Fantásticos’. Sí, de nuevo juntos Messi, Agüero, Di María y también Higuaín. Puede suceder.
El eterno reclamo del medio local una vez más pierde todo sentido. Apenas pisó la Argentina y se sumergió en la realidad de la liga local, Sampaoli comprobó lo que intuía: la inferioridad en competitividad con Europa es abismal. No habrá más que tres o cuatro casilleros en la lista para Rusia. ¿El aventajado? Cristian Pavón. Luego, Lautaro Martínez, pero habrá que evaluar su inserción con la elite. Sampaoli quiere ver cómo responde cuando choque en una práctica contra Mercado y Otamendi, y cómo asimila la convivencia con Messi y compañía. También observará, claro, cómo lo recibe el grupo. Incógnitas que van mucho más allá del juego. Después, más atrás, hoy aparecen los Pérez: el devaluado Enzo millonario o el inestable Pablo xeneize.
Mercado, que incluso en Sevilla juega de marcador central, tendrá prohibido resfriarse en Rusia. Aquí aparece un déficit sin solución. El lateral derecho sigue vacío y nada cambiará: nadie conforma a Sampaoli. Fecha a fecha sigue a Jara, a Renzo Saravia, a Buffarini…, pero nada. Está convencido de que no hay laterales de jerarquía. Fabricio Bustos resiste como la opción más calificada, pero ante una emergencia en la Copa del Mundo, el DT retrasaría a Salvio a la posición (como ocurre con Acuña por el otro andarivel). O hasta preferiría colocarlo a Mascherano recostado sobre la banda derecha, como en algunas ocasiones lo hizo en Barcelona.
Salvo Pavón (en la gira de noviembre pasado por Rusia no solo rindió, sino también Messi celebró su llegada) y la atropellada en las últimas semanas de Lautaro, ninguno se sostiene. Casi nadie del medio ofrece una regularidad que termine por atrapar a Sampaoli. A medida que avanzó el ciclo, el técnico fue desestimando a Maidana, José Luis Gómez, Nacho Fernández, Casco, Lautaro Acosta… Centurión y Armani tampoco tienen reales posibilidades. Carlos Tevez, mucho menos, más allá de las diplomáticas explicaciones que públicamente ofrece el técnico. ¿Y Gago? Como se lesionó en la selección, lo evaluará si regresa con un nivel distinguido. Y si en la banquina cayeron muchos de acá, también ocurrió con varios de allá. Con Icardi ya al margen de la carrera a Rusia salvo un imponderable de Agüero o Higuaín, también quedaron postergados los ‘extranjeros’ Kranevitter, Mammana, Pezzella, Pareja, Gaitán, Guido Pizarro, Augusto Fernández, Joaquín Correa, Pastore…
Messi es de otra galaxia, lo saben todos. Luego, aparece un lote de muy buenos futbolistas: Agüero, Otamendi, Higuaín y Di María. También Dybala, si se reencuentra. El resto, acompaña desde su versión ‘terrenal’. La pregunta resume el escenario: ¿qué jugador falta? ¿Quién provocaría un estruendoso reclamo popular? Ninguno. Por eso se agota el tiempo de las pruebas, ya es hora de fortalecer una idea. El equipo debe ser la contención, el refugio. La armadura para las nuevas cruzadas de Messi.