Volkswagen piensa sumar a su plan de inversiones US$150 millones en Córdoba “Confianza en el país”
autopartes. Ampliará la producción de cajas de velocidad para exportar a Europa; confía en equilibrar la balanza comercial
ZURICH.– Luego de manejar 360 kilómetros casi sin límites de velocidad por las autopistas alemanas –de Fráncfort a Constanza– para testear el Nuevo Arteon y de probar maniobras del Golf R en un circuito especializado, Hernán Vázquez recién encuentra tiempo en el hall del Swissotel de Zurich, a metros de la estación suiza de Oerlikon, para sentarse a reflexionar sobre los planes de Volkswagen en la Argentina, la filial que preside.
“Lo vamos a anunciar después de Semana Santa”, confía sobre los rumores, prácticamente confirmados, de una inversión en la planta de cajas de cambio en Córdoba en la que desembolsarán unos US$150 millones. No es el primer anuncio significativo en la Argentina. Hace unos meses, Volkswagen había presentado su “Proyecto Tarek” para comenzar a fabricar desde 2020 una SUV compacta en su planta de Pacheco, dentro de una plataforma global. Ese plan, sumado a la ampliación de su planta de pintura, le insumirá a la empresa US$650 millones en el país. Para el futuro, no descartan la readaptación de la plataforma de Pacheco para una pick-up pequeña y comenzar a hacer cajas automáticas en Córdoba. Se sumarían a la producción de cajas manuales (se fabrican en total 700.000 unidades de MQ 200 y MQ 250 por año) y tiene la intención de mantener los dos turnos. Hasta antes de abril de 2016 eran tres, pero se redujeron e incluso hasta la actualidad hay suspensiones fijas.
“La magnitud estaría cerca de los 150 millones de dólares”, confirma Vázquez. La producción agregaría 270.000 cajas a la actual fabricación y se exportarían en un 100% a Europa para los productos Volkswagen, Seat, Skoda y Audi. “El proyecto requiere un ajuste, que ocuparía 2018 y 2019”, afirma el directivo. La producción comenzaría en 2020.
“Somos conscientes de que con 700.000 cajas, Córdoba no está sobrada”, explica Vázquez. Con eso en mente, producto de la baja de la demanda brasileña, el grupo diversificó mercados: vendió 50.000 unidades a China y está ingresando a la India con 200. “El proyecto que estamos trabajando, pero que no podemos confirmar, busca al menos garantizar que esas 700.000 no desciendan y que incluso nos pueda permitir crecer”.
Vázquez afirma que la clave para que Córdoba finalmente sea receptora de nuevas inversiones está en mejorar la competitividad y mantener la calidad. “Son los dos factores fundamentales. Hay que ser productivos. Con menos recursos fabricar más. Para eso se necesita economía de escala y bajar los costos de insumos, como el aluminio”, señala, y agrega: “Gran parte del acuerdo que estamos logrando tiene que ver con el buen diálogo con el sindicato en este último año y medio”. Según el ejecutivo, fue también importante la posibilidad de rebajar un turno, trabajar fuertemente en la reducción del ausentismo y atreverse a la posibilidad de ir vinculando los salarios con la productividad, algo que ya prueba con éxito España. Pese a que es argentino de nacimiento, Vázquez es catalán por adopción.
Vázquez afirma que el “Proyecto Tarek” está en etapa de planificación conjunta con Volkswagen de México. Desde allí saldrá el SUV para Estados Unidos. Desde Pacheco se enviarán a América del Sur. Será, queda claro, la fabricación de un auto de alto valor agregado (tendrá integración nacional de 30% y a los tres años, de 50%) con la intención de ir mejorando la balanza comercial negativa de las automotrices argentinas. “No hay casi país en el mundo que sea autónomo como para solo vender los productos que fabrica. El problema de la Argentina no es la importación de vehículos, sino su baja exportación”, cuestiona Vázquez.
El ejecutivo confía en que esta balanza comenzará a enderezarse con el crecimiento del mercado brasileño (a 2,5 millones de vehículos este año), pero también con los nuevos proyectos de exportación que arrancan en el país y quizá “con la autolimitación”, que algunos practicarán en la importación para evitar conflictos con el Gobierno.
“Se ha generado un clima de confianza en el país y casi todos los fabricantes anuncian inversiones. Esto significa que, pese a que lleguen muchos autos de Brasil, no se está pensando levantar las plantas e irnos. Se trata de darle garantías de producción al país”, completa.
Por lo menos en la primera parte del año, el mercado –donde Volkswagen es líder con una participación de mercado del 15%– seguirá siendo agresivo en materia de ventas. Allí la marca apostó al nuevo Polo y al Virtus, que recién comenzaron a venderse.
El dólar dejó de estar atrasado y eso beneficiará a las exportaciones, pero perjudicará las importaciones. Volkswagen, como casi todas las terminales, está de ambos lados de la frontera con Brasil. “Lo que te pone nervioso son los sobresaltos del dólar o de la inflación”, afirma sobre el brusco cambio de la divisa norteamericana en los últimos tres meses y las subas de precios. Espera, como la mayoría del mercado, una inflación de entre 18 y 19%. “Ojalá sea el 15% que tiene el Gobierno como meta”, dice.
“Todos los temas que son tabúes se tienen que poner arriba de la mesa”, dice, sobre la reforma laboral, aunque confía más en los pequeños avances que puedan hacerse en la negociación con el gremio que en un gran cambio integral del marco legal. Sobre la renegociación del acuerdo bilateral con México es claro: “La Argentina no puede competir aún en un contexto de libre comercio”.