El BCRA tuvo una tibia intervención y no logró frenar la carrera del dólar
récord. Si bien la entidad vendió US$20 millones, la divisa escaló a $20,69 en el segmento minorista y a $20,41 en el mayorista
Ya lo dijo Federico Sturzenegger: hay que acostumbrarse a un tipo de cambio volátil. El precio del dólar fue un tema todo el verano, desde que en diciembre el Gobierno relajó las metas de inflación y entonces la cotización de la divisa norteamericana no paró de subir.
Ayer no fue la excepción: el dólar trepó ocho centavos y cerró en un nuevo récord histórico de $20,69 para la venta en el segmento minorista, mientras que en el mercado mayorista la divisa escaló siete centavos y cerró a $20,41.
La noticia fue que el Banco Central volvió a intervenir en el mercado por segunda vez en la semana, con una venta de reservas por US$20 millones. Pero a diferencia del lunes, cuando vendió US$30 millones y el precio del dólar bajó, esta vez la intervención de la entidad monetaria no logró frenar la suba.
Los primeros meses del año siempre son difíciles para el mercado cambiario: hay mucha demanda estacional de dólares y poca oferta, ya que el grueso de entrada de divisas llega con la liquidación de la cosecha. Ante una posible escalada del precio del dólar que comienza a ser peligrosa, el Banco Central intervino ayer para contener una suba que tiene su causa principal en el desfase temporal entre la demanda y la oferta.
Pero, a su vez, la entidad monetaria no busca, en principio, hacer retroceder el valor del billete; interviene en el mercado con montos pequeños –en la semana utilizó en total US$50 millones de los más de US$62.600 millones de reservas que tiene–, buscando que luego aparezca la oferta privada y se equilibre el mercado. Los analistas acusan este comportamiento como de un “BCRA más politizado”.
“El Banco Central está mostrando que tiene más de un objetivo: además de contener la inflación para que no se devalúe el poder real de compra, tiene que mantener un tipo de cambio competitivo para que aumenten las exportaciones, y no puede subir la tasa de interés porque se enfría el mercado de créditos y, así, la economía”, señaló Amílcar Collante, del Centro de Estudios Económicos del Sur (Cesur).
En tanto, este triple objetivo del Central genera incertidumbre en el mercado financiero. “El BCRA tendría que tocar la tasa de interés si no quiere que el precio del dólar siga subiendo, pero políticamente no lo puede hacer. Entonces la única alternativa que le queda es vender dólares para evitar que el precio siga escalando y que después se traslade a precios, como ya empezamos a ver que sucedió en febrero”, indicó un operador.
Para Leonardo Chialva, socio de Delphos Investment, el Banco Central está teniendo una política distinta a la acostumbrada. “Una de las críticas que tenía la Argentina para entrar en la categoría de mercado emergente era que el tipo de cambio no flotaba libremente. Al intervenir con poca venta de dólares, la entidad está intentando trasmitir al mercado que va a meterse lo menos posible”, dijo.
“Aunque también es una contradicción que el Banco Central compre dólares al Tesoro y por otro lado no se anime a vender cuando el mercado lo necesita”, agregó Chialva.