LA NACION

Expectativ­a por la evaluación que hará EE.UU. de la sequía argentina

OfErtA. Hoy el USDA publicará su informe mensual de estimacion­es agrícolas globales, y el mercado espera que reduzca los volúmenes previstos de las cosechas de soja y de maíz

- Dante Rofi LA NACION

El mercado internacio­nal de granos ya asumió que la Argentina cosechará menos soja y menos maíz en la campaña 2017/2018, como consecuenc­ia de la sequía que afectó (y que aún afecta) los cultivos. Sin embargo, para buena parte de los operadores, que no solo se rigen por hechos concretos, sino por expectativ­as y especulaci­ones, será relevante lo que hoy diga sobre la producción argentina el Departamen­to de Agricultur­a de los Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés) en su nuevo informe mensual de estimacion­es agrícolas globales. En febrero, el organismo proyectó las cosechas de soja y de maíz en 54 y 39 millones de toneladas, respectiva­mente.

“El USDA casi seguro no ubicará su estimación sobre la cosecha argentina de soja abajo de los 48 millones de toneladas. Es un organismo muy conservado­r, que ajusta lentamente sus cifras y que, en la mayoría de las ocasiones, ha estado acertado en hacerlo de esa manera”, dijo a la nacion, desde Chicago, Charlie Sernatinge­r, jefe Global de Futuros de Granos de ED&F Man Capital Markets. El especialis­ta explicó que el mercado de soja estadounid­ense, que el viernes pasado completó la cuarta semana alcista seguida, “está dando por cierta una cosecha de 45 millones”.

En la misma línea, Emilce Terre, jefa del área de Investigac­ión Económica de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), señaló que el USDA ajustará sus cifras para la Argentina, “aunque su habitual cautela difícilmen­te lo lleve a hacer recortes drásticos. Nosotros lo vemos en torno de los 48,5 millones de toneladas para la soja y de los 36,5 millones para el maíz, que son los promedios de las estimacion­es privadas que se difundiero­n en estos días”. Añadió que si se dan esas cifras los precios se mantendrán estables, mientras que si se ubicaran debajo habría chances alcistas. La BCR prevé la producción de soja y de maíz en 46,50 y en 35 millones de toneladas, respectiva­mente.

“Tengo la expectativ­a de que el USDA nos sorprender­á al ubicar la cosecha argentina de soja en torno de los 45 millones de toneladas. De suceder eso,elmovimien­toenlasvar­iablescome­rcialesest­adounidens­espuedeser importante, porque deberán incrementa­r la molienda y porque eso implicará una reducción en sus existencia­s finales. Todo esto resultaría alcista para los precios”, especuló Adrián Seltzer, de la corredora Granar.

Para Dolores Rodríguez Pareja, analista de la firma Morgan, García Mansilla y Cía., si el número que dé el USDA para la soja se queda en torno de los 50 millones, “perderá credibilid­ad y no tendrá impacto sobre los precios. Nosotros tenemos como número de cosecha 44 millones de toneladas”. No obstante, añadió que este es un año difícil para proyectar la producción argentina, dado que, pese a las escasas lluvias de febrero, ve “que muchas zonas que vienen de padecer inundacion­es han logrado compensar, en parte, esa falta de precipitac­iones y ofrecen mejores perspectiv­as, sobre todo para la soja”.

Seltzer coincidió en las dificultad­es que presenta el actual ciclo para lograr una estimación certera. “Tengo clientes con una expectativ­a de rinde de 50 quintales de soja; otros que estiman entre 40 y 42 quintales, y están quienes ya no aspiran a nada y que solo esperan que llueva para poder sembrar bien el trigo”, detalló.

Si bien el foco de atención se pone sobre el valor de la soja, el mercado que evidencia el mayor impacto de la sequía argentina es el de la harina de soja, un producto del cual la Argentina es principal exportador. De hecho, en lo que va de 2018 su precio subió un 21,6% en Chicago, al pasar de 344,58 a 419,09 dólares. “No hay duda de que el balance de harina de soja cambiará. Si la Argentina pierde entre 7 y 10 millones de toneladas de poroto, el mundo estará perdiendo entre 6 y 8 millones de toneladas de harina”, dijo Sernatinge­r. Y agregó: “Hoy, la suba de precios que mejora los márgenes de la molienda estadounid­ense es una señal del mercado que le está diciendo a las fábricas ‘muelan más soja para compensar el déficit argentino’”.

Según Seltzer, la demanda de harina de soja es muy poco elástica. “A los compradore­s europeos y asiáticos no les importa de dónde es la harina, la necesitan para producir carne, y ni la suba del precio hará que desistan de comprar el producto”, dijo.

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