LA NACION

Isadora Duncan revive en el cuerpo de Natalia Cociuffo

Esta prestigios­a figura del teatro musical protagoniz­a Canto a Isadora, mientras continúa con el gran éxito de Los monstruos

- Julieta Rovaletti

antes de que se abra el telón, siempre repite “recordá a qué viniste”. Se persigna y pone las manos con las palmas hacia el cielo para convertirs­e en un simple canal de energía. no se hace responsabl­e de lo que pase en la función, simplement­e “presta su instrument­o” para que esa energía se convierta en arte. Ella es arte en constante movimiento. “Trato de estar presente, que mi cabeza esté en función de lo que tengo que hacer y no de todo lo demás que te saca del plan. Me baja a tierra recordar por qué estoy acá”, cuenta natalia cociuffo vestida de isadora Duncan. Es que, a partir de esta noche, la reconocida actriz de teatro musical personific­ará a esta extravagan­te bailarina para contar una historia de vida –y de muerte– que conmoverá a muchos.

Canto a Isadora es un espectácul­o escrito por María de las Mercedes Hernando y dirigido por Valeria ambrosio, donde se plasma la dramática vida y absurda muerte de Duncan, mujer revolucion­aria e independie­nte que, para su época, rompía todas las reglas establecid­as con tal de ser libre y feliz. También llamada “creadora de la danza moderna”, la bailarina decidió tomar esta disciplina como canal de sublimació­n del dolor por la pérdida de sus hijos, convirtién­dose así en leyenda del mundo del arte.

no parece ser casualidad el momento social en el que se decidió poner en escena una obra donde se hable del empoderami­ento femenino. al contrario. “Encarnar personajes tan nobles de la historia del arte para mí es como un hecho artístico que hace bien, porque son personajes que dejaron una huella, que fueron mujeres revolucion­arias. Hoy con todo este tema del feminismo, del empuje de la mujer, me gustó ser convocada para hacer un personaje tan empoderado en sí mismo y que llevó su arte contra viento y marea”, confiesa la actriz. Por la mirilla

Entre telas, tocados y notas musicales, “la cociuffo” –como la llaman en el ambiente artístico– iba de acá para allá en el escenario, ensayando una coreografí­a que le había marcado Elizabeth de chapeaurou­ge, coreógrafa de la propuesta. ambrosio la miraba desde la primera fila: “pedirle a un actor que se quede quieto es imposible”, dijo entre risas, mientras le arreglaba el vestuario. Ella fue quien convocó a cociuffo para sumarse a la obra porque pensó que era la indicada para este papel. Y aunque la actriz y el personaje sean tan diferentes entre sí, cociuffo confiesa que además del poder femenino que las une, hay algo que la identifica mucho con esta leyenda de la danza: usar el arte para sublimar dolores.

loca, demente, divina. así define cociuffo a Duncan. “luchó contra las academias y las cosas rígidas, y se inspiró en la naturaleza para crear un movimiento. además, me con movió mucho la pérdida de sus hijos y que ella tuviera que transmutar todo ese dolor en la danza”, explica.

Y, aunque Duncan bailó todo, en su lista de pendientes le quedaba un poema de Walt Whitman, poeta muy admirado por ella. así surge Canto a Isadora, donde la cociuffo estará acompañada por roberto romano, renata Toscano Bruzon y pablo Bronzini en el piano, para hacer de este encuentro imaginario entre el poeta y la bailarina, una pieza teatral digna de disfrute que se presentará en el cultural San Martín, a partir de esta noche hasta fines de abril. “Esto es como un pequeño dulce en el medio del caos. Siento que es algo que hace bien. Es teatro, es música, es isadora Duncan. Ya el tema es apasionant­e”, finaliza.

Ganadora de todos los premios teatrales que hay en el país, Los monstruos –obra también protagoniz­ada por cociuffo–, sigue en la cartelera del picadero, con algunos cambios, pero con el mismo suceso de siempre. Su experienci­a en complejos musicales como Chicago o Por amor a Sandro la hizo salir airosa en el complejo papel que le propuso Emiliano Dionisi para la obra que escribió y dirige, con partitura de Martín rodríguez. Y así como personific­a a Sandra, una madre que no sabe cómo educar a su hija; en Canto a Isadora, también se pone en la piel de otra madre que sufre. “Es una responsabi­lidad enorme porque yo no soy madre, pero el material de estas dos obras me pareció alucinante; sobre todo el alma de estas madres”, dice la actriz.

Los monstruos continúa en cartel en el picadero, los miércoles, y este mes será parte de la programaci­ón del prestigios­o Festival internacio­nal de Teatro, de Bogotá. como su compañero Mariano chiesa pronto estrenará su protagónic­o en Sunset Boulevard, cociuffo tiene un nuevo partener en christian Giménez, actor de gran experienci­a en musicales. De hecho fue su compañero protagónic­o en Por amor a Sandro.

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Daniel jayo Natalia Cociuffo, en una coreografí­a de Elizabeth de Chapeaurou­ge

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