Números que inquietan por lo que anticipan
N o por previsto el dato de inflación de febrero conocido ayer deja de ser inquietante. No tanto por los números informados por el Indec, que, como se esperaba, reflejaron el impacto de los aumentos de tarifas de servicios, combustibles y medicina prepaga, sino más por lo que permiten anticipar.
Más que la variación promedio (2,4%), preocupa en ese sentido la llamada inflación núcleo (2,1% en febrero y 3,6% en el bimestre), porque refleja el fenómeno inflacionario más duro de quebrar, más allá de cuestiones estacionales. En este sentido, se destaca el alza en alimentos y bebidas no alcohólicas (2,2%), por su impacto directo en el bolsillo de todos los argentinos, especialmente los de ingresos más bajos.
La meta oficial de inflación para todo el año, del 15%, parece a todas luces casi imposible de cumplir. Un cálculo sencillo muestra que, para alcanzar ese objetivo, entre marzo y diciembre los precios deberían aumentar a un ritmo promedio del 1% mensual. Con solo repasar los aumentos ya previstos, la meta se muestra inalcanzable. Este mes se hará notar el alza del costo de la educación privada, que algunas consultoras, como Elypsis, calculan en el 8,5%, y la tarifa de los taxis (en el Gran Buenos Aires), del 17,7%.
En abril se aplicará el alza en el gas domiciliario (40% promedio) y el segundo incremento del transporte urbano del año (11% promedio). En mayo será el turno del servicio de agua y cloacas de AySA (26%), y en junio llegará el tercer aumento en el transporte (9%).
Por eso el Gobierno juega sus fichas a que en el segundo semestre pueda confirmarse un descenso de la inflación, prefiriendo por ahora no calcular cuánto aumentarán el gas y la electricidad en octubre y en noviembre, respectivamente. Pero hasta que no suceda, los dichos de Marcos Peña ayer en el Congreso sonarán irreales.
Con toda esta información, las consultoras que releva mensualmente el Banco Central proyectan en promedio una inflación total para este año del 19,9%. ¿Es eso posible? Volviendo al cálculo de más arriba, implicaría tener una inflación promedio mensual del 1,4% desde este mes hasta diciembre. Claramente más factible que el pronóstico oficial. Pero quedan algunos interrogantes, como cuál será el comportamiento del dólar de ahora en más y cómo impactará en los precios. De allí la preocupación que el BCRA hizo explícita anteayer.