Arrestan en Bogotá a un cubano que quería atentar en la Argentina
El presunto terrorista se había relacionado con grupos jihadistas en España
BOGOTÁ (Para la nacion).– La policía colombiana capturó el martes por la noche a un ciudadano cubano vinculado con el grupo Estado Islámico (EI) que pretendía cometer atentado en Bogotá y, después, otro en la Argentina, en su lucha “contra el nuevo orden mundial”.
Raúl Gutiérrez Sánchez, de 45 años, se había relacionado con grupos jihadistas de España, por lo que era investigado por los servicios de seguridad españoles. Permanece en la cárcel Modelo de Bogotá, tras la decisión del juez 45 de Control de Garantías, que lo acusa de concierto para delinquir agravado y terrorismo. Los agentes hallaron la conexión argentina en uno de sus celulares, publicó el diario El Tiempo. Gutiérrez, que fue capturado en Pereira, planeaba obtener la nacionalidad colombiana para moverse con más facilidad por el continente.
El fiscal Néstor Humberto Martínez mostró públicamente su descontento luego de que se filtró la detención del presunto jihadista. “Yo lamento que esto se haya filtrado a los medios de comunicación, porque lo que de verdad importa es avanzar en las investigaciones que estamos haciendo con autoridades de la Argentina y España. Lo importante es que hemos prevenido una actividad terrorista. El terrorismo internacional es una amenaza global”, se lamentó el funcionario.
El primer plan de Gutiérrez, previsto para la semana pasada, perseguía asesinar a funcionarios de la embajada de Estados Unidos en Colombia. Para ello, pretendía colocar una bomba en la Zona Rosa de la capital. El primer intento fracasó y la detención se produjo antes de llevar a cabo la segunda operación.
Una vez conocida la detención, la Fiscalía colombiana relató con detalle los planes del cubano, incluso las conversaciones mantenidas a través de la red Telegram y por teléfono con sus cómplices, Matin Muhanad, Said Samuid y Francisco Quintana, que sería su contacto en la Argentina. Los dos primeros instruyeron al acusado en el manejo de explosivos para “dar muerte a un número plural de ciudadanos norteamericanos”, según el fiscal.
En una de las conversaciones, Gutiérrez dijo que gracias a sus seguimientos a 29 diplomáticos había detectado el local donde iban a almorzar, e incluso reconoció que solicitó trabajo allí de lavaplatos. “Y como alcanzas a atacar, te vas a sacrificar”, indicó Muhanad en esa conversación. “Si toca, toca, si logro salir, bien”, contestó el cubano, según el relato leído por el fiscal.
El propio detenido se encargaría de fabricar la bomba al seguir las instrucciones de Muhanad. Estaba compuesta por pólvora, tornillos y tuercas, e iba dentro de una mochila, con un detonador de 20 centímetros, lo que le otorgaría diez segundos para huir del local.
El proceso de radicalización de Gutiérrez no había pasado desapercibido para la policía española, que lo detectó a través de las redes sociales, en las que había usado el término jihadista en su nombre de usuario. El Ministerio de Interior español informó en Madrid que el ciudadano cubano estaba inmerso “en un profundo proceso de adoctrinamiento y que había experimentado una progresiva radicalización”.
Incluso su aspecto físico sufrió una profunda transformación en los últimos meses, “con vestimenta asociada a una estética radical”. En las imágenes suministradas por la policía colombiana aparece afeitado y con ropa convencional.