Cerveza Patagonia festejó la cosecha de lúpulo
Lúpulo, pintas, buena música y amigos. La marca realizó el ritual más importante del año: la recolección de la flor que da alma a su cerveza.
Hace calor, pero no tanto: en la inmensidad de la Patagonia, el final del verano recibe los aires frescos que bajan desde la montaña hacia el centro del país. En Fernández Oro, Río Negro, se vive uno de los momentos más importantes del calendario cervecero: la cosecha de lúpulo, esa flor que es parte intrínseca del ADN de esta bebida. Y Cerveza Patagonia decidió compartirlo con un grupo de consumidores e invitados que pudieron vivir desde adentro la fiesta de la cosecha.
Dos días en el sur, carpas al pie de la plantación, una cena con una mesa en medio de las plantas de lúpulo y un fogón con música en vivo formaron parte del festejo. En la chacra, los invitados especiales -que consiguieron su lugar a través de un concurso en redes sociales y Refugios Patagonia- pudieron conocer los secretos de elaboración de la cerveza de la mano del Maestro Cervecero Diego Felipe Bruno, así como derribar mitos y aprender nuevos tips para disfrutarla con María Sol Cravello, Jefa de Conocimiento Cervecero. Además de recorrer la plantación, participaron de la recolección de las flores, materia prima protagonista en la elaboración de la Fernández IPA y de las próximas cervezas de Patagonia.
EL ALMA DE LA CERVEZA
El lúpulo -la flor o cono de esta planta trepadora- es uno de los cuatro ingredientes básicos de la cerveza, junto al agua, la malta de cebada y la levadura. De hecho, es reconocido como el alma de la cerveza, ya que es es el encargado de aportar amargor, sabor y aromas a la bebida. Existen alrededor de 100 variedades de lúpulo, cada uno con sus propias características, pero que se cultivan en apenas unos pocos países del mundo. Y Argentina tiene la suerte de ser uno de los productores destacados de la región, tanto por su ubicación geográfíca (el lúpulo crece sólo entre los 35° y 55° de latitud, en ambos hemisferios), como por su clima y el equipo de especialistas que trabaja cada día para encontrar su mejor versión.
En Fernández Oro, Cerveza Patagonia tiene 36 hectáreas cultivadas de cinco variedades de lúpulo: Traful, Mapuche y Nahuel (los que aportan aroma a la cerveza), Victoria y Nugget (que aportan amargor). Una vez recolectadas, las flores pasan por un proceso de secado para conservarlas mejor y utilizarlas en las diferentes cervezas durante todo el año. Aprovechando la cosecha -que empieza a fines de febrero y continúa hasta fines de abril-, Cerveza Patagonia cocina una edición especial de una Wet Hop IPA, bautizada Fernández IPA en honor a la chacra. Es una cerveza que incorpora, en maduración en frío y mediante la técnica conocida como wet hopping, las flores húmedas de lúpulo Nahuel y Traful recién cosechadas. A su vez, lleva una moderada base maltosa para que la presencia de las flores sea la estrella. De esta manera se buscó llevar a la pinta los aromas propios y frescos de los campos de lúpulo del lugar. Elaborada únicamente durante la cosecha, es ideal para maridar con platos aromáticos intensos, con vegetales grillados o carnes rojas con especias y salsas herbales. La Fernández IPA estará disponible desde fines de marzo y por tiempo limitado en la Microcervecería de Bariloche y en los Refugios Patagonia del todo el país.