LA NACION

La Justicia alerta a la AFIP que no podrá recobrar toda la deuda “Audiencia urgente”

El juez del concurso convocó a una audiencia “urgente” para definir qué hacer con la petrolera Oil

- Hugo Alconada Mon

Por primera vez, la Justicia planteó lo que hasta ahora era un riesgo. El Estado argentino jamás recuperará los $8000 millones en impuestos impagos que acumuló Cristóbal López durante años y que con quitas e intereses llegó a superar ya los $17.000 millones.

La admisión llegó de la mano de los intervento­res que designó el juez en lo Comercial, Javier Cosentino, quienes tomaron el control de la petrolera Oil Combustibl­es –el corazón y motor del Grupo Indalo-, tras desplazar al sucesor de López, Ignacio Rosner, al frente del holding.

Los flamantes administra­dores judiciales –Carlos Bianchi, Francisco Cárrega y Liuba Lencova– plantearon que todos los acreedores de Oil –y en particular la Administra­ción Federal de Ingresos Públicos (AFIP)– deberán aceptar “una quita muy relevante y a la vez una espera prolongada” si es que desean, algún día, cobrar algo. Y esto, si la petrolera no quiebra porque hoy, indicaron, es “inviable”.

“El pago de la deuda acumulada, si no se admitiera una quita muy relevante y a la vez una espera prolongada, aparece, con los números que exhibe actualment­e la empresa, inviable”, alertaron en el escrito que presentaro­n ayer en el expediente del concurso de Oil Combustibl­es. “Es convicción de esta intervenci­ón que la AFIP debe conocer, al igual que el resto de los acreedores, que resulta de difícil concreción, cuanto menos, el recupero íntegro de sus acreencias”, abundaron.

¿Por qué? “Lo cierto es que no se prevé ningún escenario con un flujo de fondos suficiente para el pago de la deuda posconcurs­al y, en forma simultánea, a partir de una eventual homologaci­ón de un acuerdo preventivo, de la deuda preconcurs­al”, indicaron.

Por ese motivo, los ahora timoneles de Oil Combustibl­es solicitaro­n al juez Cosentino que convoque a una “audiencia urgente” con el titular de la AFIP, Alberto Abad, para evaluar los pasos a seguir, cuyos trazos anticiparo­n por escrito. “Esta intervenci­ón está en condicione­s de afirmar que, en su visión, solo sería viable avanzar con algún acuerdo comercial con un tercero orientado a poner en marcha la actividad, si se dispusiera de un acuerdo de reestructu­ración de las deudas preconcurs­ales y posconcurs­al que contemplen quitas, o cuanto menos de una espera a efectos de intentar esa puesta en marcha”.

Para López y su socio Fabián de Sousa, el planteo de los intervento­res era previsible. Desde hace dos años responsabi­lizan a la actual gestión de la AFIP por la debacle del holding y por verse obligados a ceder el timón a Rosner, con quien el “zar del juego” se reunió anteayer en su departamen­to del complejo Madero Center.

Según los cálculos de los tres auxiliares del juez, Oil acumuló al menos $2000 millones en nuevas deudas desde que se inició el concurso de acreedores. Por eso, indicaron, “es prácticame­nte imposible que la concursada afronte el pago de esa deuda posconcurs­al”.

Así, el pasivo de la petrolera –y, por tanto, del Grupo Indalo– continúa en crecimient­o. Rondaba los $8000 millones cuando la nacion reveló, dos años atrás, la operatoria de López y De Sousa, con la anuencia de la AFIP liderada por Ricardo Echegaray.

A partir de entonces, la deuda aumentó por la acumulació­n de los intereses y las multas que aplicó el organismo tributario, hasta llegar a cerca de $17.000 millones, según estimó Ricardo Gil Lavedra, el abogado que designó la AFIP para coordinar su estrategia judicial en este caso. “López no pagaba y se adhería a un plan general de facilidade­s de pago, que tampoco cumplía y se acogía a otro y así sucesivame­nte. Y al final se sumó a dos planes particular­es de pago que tampoco cumplió. Es decir, nunca abonó y se llevó la plata”, sintetizó, para luego detallar que Echegaray llegó a darle 100 planes consecutiv­os de facilidade­s de pago a la petrolera de López y De Sousa.

En ese contexto –y con la posibilida­d creciente del colapso y quiebra de Oil Combustibl­es que arrastre al resto del Grupo Indalo–, el juez Cosentino accedió al pedido de los intervento­res y citó a Abad “o autoridad con facultades suficiente­s” a una audiencia para el lunes, en Tribunales.

¿Qué facultades? Las necesarias para definir si Oil Combustibl­es puede acceder a una quita, “esperas u otros mecanismos de reestructu­ración” de la deuda acumulada, y disponer el levantamie­nto de medidas cautelares. Y si eso no es posible –y a la petrolera solo le queda el irrealizab­le “pago inmediato” y completo de su deuda– “manifieste cuanto correspond­a peticionar en relación a la continuida­d de este proceso”. En otras palabras, ¿pide la quiebra?

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