Vidal y Carlotto inauguraron un espacio para la memoria
La gobernadora destacó la importancia de recordar el pasado más allá de las “banderas políticas”; “no somos enemigos”, afirmó la titular de Abuelas
LA PLATA.– La maternidad clandestina era pequeña. Una ventana al frente, una puerta atrás. En este rectángulo de mampostería, forrado con mosaicos amarillos, donde nacieron bebés en cautiverio durante la última dictadura militar, tuvo ayer el segundo encuentro público entre la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, y la gobernadora, María Eugenia Vidal.
Leonardo Fossati nació en esta maternidad clandestina en 1977. El hombre, uno del centenar de nietos que restituyó su identidad robada, estuvo ayer junto con Vidal y Carlotto para inaugurar un espacio de memoria en este edificio emblemático de los crímenes de la última dictadura.
Las dos mujeres dejaron atrás divisiones políticas para abrazar la causa del Nunca Más. “Nuestra obligación es que este espacio sea para la memoria de futuras generaciones”, dijo Vidal. “Este camino es juntos. Esta memoria no tiene banderas políticas. Nos reclama a todos”, dijo Vidal.
La presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, por su parte, admitió: “Podemos pensar distinto, tener diferencias, pero no somos enemigos. Todo es para bien, nada es para molestar ni violentar a nadie ni acusar ciegamente a nadie. Simplemente, queremos que no se olvide y que se castigue con todo el peso de la ley”, dijo.
Recordó que la antigua comisaría 5ª fue desafectada durante la gestión de su hijo Guido Carlotto como secretario de Derechos Humanos de Daniel Scioli. No obstante reconoció y agradeció a Vidal por concretar el proyecto: “Hay voluntad política. Lo agradecemos”, destacó. La presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo calificó como “impactante, emotivo, lacerante” estar en el lugar. “Cuántas jóvenes embarazadas dieron a luz acá. Cuántos jóvenes fueron torturados acá. No se puede perdonar ni olvidar que la Argentina fue el país de América con más alto nivel de crueldad e inhumanidad durante la última dictadura”, destacó.
Vidal, que estuvo acompañada por el secretario de Derechos Humanos, Santiago Cantón, y por el ministro de Seguridad, Cristian Ritondo, afirmó que la construcción de este espacio para la memoria y la promoción de los derechos humanos en el histórico edificio de la diagonal 74, entre 23 y 24 de esta capital, permitirá “reparar en algo lo que ha sucedido”.
“Me pareció terrible que un lugar que había sido un centro clandestino de detención todavía funcionara como comisaría y sus calabozos fueran ocupados en democracia. Este lugar ya no funciona como comisaría, sino como espacio de la memoria”, destacó la gobernadora, que dispuso un nuevo edificio para la comisaría 5ª en 68 entre 23 y 24.
Además, el gobierno puso a disposición el archivo histórico digital todas las partidas de nacimiento de la provincia registradas entre 1976 y 1983. Esa información simplifica los procesos de investigación sobre cada caso de apropiación de nietos durante la última dictadura.
La provincia ya exoneró a 11 policías retirados de distintas jerarquías, entre ellos a Miguel Etchecolatz, Carlos García, Horacio Elizardo Luján, Bernabé Jesús Corrales, Miguel Gerónimo Kearney, Raúl Orlando Machuca, Sergio Arturo Verduri, Pedro Antonio Ferriole, Mario Víctor Nicodemo Sita, Luis Vicente Patrault y Santiago Antonini. Varios de estos exonerados fueron condenados por la causa Camps. La comisaría 5ª de esta capital fue parte de este circuito clandestino.
Entre 1976 y 1978 hubo allí más de 200 detenidos, la mayoría de los cuales hoy continúan desaparecidos, entre ellos 13 mujeres embarazadas que dieron a luz en esta maternidad clandestina donde ayer se reunieron por segunda vez Carlotto y Vidal.
Actualmente, parte del edificio se remodeló –previa supervisión del Equipo Argentino de Antropología Forense para resguardar pruebas– para dar allí oficinas a las Abuelas de Plaza de Mayo.