Víctimas y héroes
Lamentablemente es la triste historia que se repite en nuestro país cuando por desidia, negligencia, corrupción, abandono, falta de presupuesto, ocultamiento de información y falta de idoneidad para ocupar distintos cargos públicos ocurren tragedias irreparables. Cuando digo que los 44 tripulantes del ARA San Juan fueron víctimas y se transformaron en héroes, no es mi intención ofenderlos, todo lo contrario, porque ellos no estaban en una misión de guerra, sino cumpliendo con una función acorde con su profesión, que ejercían con mucho orgullo, pasión, compromiso, dedicación y esfuerzo. El mejor homenaje y reconocimiento hacia ellos, los 44, es conociendo la verdad de por qué fueron víctimas. Todo indica que hay distintas responsabilidades, una que hace a cierta conducción en la Armada y la otra a la política que le corresponde al Ministerio de Defensa, que parece querer deslindarse de ella. Cabe preguntarse si el ministerio estaba al tanto de ciertos informes sobre el submarino. Es preocupante que habiendo algunos que han tomado dominio público, donde se establecen claramente las responsabilidades de ciertos oficiales y el estado del submarino, se quieran rever o suspender. En 2016 y 2017 se consignaron los problemas (observaciones) y falencias que tenía el ARA San Juan, llegando como conclusión que no estaba en condiciones de navegar para la misión que debía cumplir. Lo más preocupante es que puedan volver a repetirse episodios de distinta gravedad debido no solamente a una falta de presupuesto adecuado, sino a la ausencia de una política de defensa que defina claramente el rol de las Fuerzas Armadas en tiempos de paz y ante los nuevos desafíos y escenarios.
Por los 44 que no tienen voz y sus familiares, es nuestra obligación como ciudadanos de este país y la del Presidente, como comandante en jefe de las Fuerzas Armadas, exigir verdad y justicia para ellos. Carlos A. Ramírez Exdirector de Política Internacional Ministerio de Defensa caramirez@live.com.ar