Una marcha forzó la renuncia de un comisario
Vecinos de Casilda protestaron por el aumento de los robos
SAnTA FE.– Imprevistamente, y en un hecho con pocos antecedentes en esta provincia, una movilización de vecinos cansados de los hechos de inseguridad forzó el desplazamiento de un jefe regional de la policía santafesina. Esa situación ocurrió en Casilda, donde fue relevado el comisario mayor Claudio Blaser, jefe de la Unidad Regional IV de Policía de Santa Fe, quien ocupaba ese puesto desde el 19 de octubre pasado.
Vecinos de Casilda marcharon en la noche del miércoles pasado para expresar su malestar por la repetición de robos a comercios y otros violentos delitos, la mayoría cometidos con armas de fuego, registrados recientemente en esa ciudad.
El destino del comisario Blaser terminó de definirse cuando este se enfrentó con los manifestantes, al llegar al lugar de la concentración acompañado por el intendente, Juan José Sarasola, y el subsecretario de Seguridad provincial, Dardo Simil. Unos 500 habitantes de Casilda que participaron de esa protesta fijaron con gritos su posición contraria al jefe regional: “Que se vaya, que se vaya...”.
Según comentaron testigos de lo sucedido, ni la detención de tres menores que habrían participado en algunos de los sucesos delictivos ni la medida policial de reforzar el patrullaje en las calles de la ciudad con la presencia de la Policía de Acción Táctica fueron suficientes para contener el enojo de vecinos que reclamaron, también, “justicia” para que “los delincuentes dejen de entrar por una puerta y salgan por otra”.
“Veo la disconformidad que hay con el jefe de la Unidad Regional, quien acaba de decirme que dará un paso al costado”, comunicó Simil en ese momento a los vecinos autoconvocados, que aplaudieron el anuncio del funcionario provincial.
Luego de la movilización, los funcionarios políticos y policiales se trasladaron al Centro Económico del departamento Caseros para participar de una charla con comerciantes y representantes de asociaciones vecinales. Según trascendió, en ese escenario, ya más distendido, Blaser se sinceró al asegurar que no tenía previsto renunciar antes de ponerse frente a la concentración social, pero señaló que resolvió “dar un paso al costado para beneficiar a Casilda”. Y agregó: “Mi figura no está respaldada por las autoridades políticas locales”.