El movimiento del dólar enfría las compras
La suba del dólar, la oscilación posterior de su valor y el verano, época en que habitualmente se registran menos operaciones, pusieron un freno al buen momento del mercado inmobiliario. La incógnita es cuándo volverá a tomar velocidad en un contexto de dólar inquieto y suspensión de decisiones. Una vez que el dólar se estabiliza, la actividad vuelve a desenvolverse de manera habitual. En este marco actual, el segmento de inmuebles que sufrió el mayor impacto es el de las propiedades apto crédito con valor inferior a los US$300.000. Fue el más exitoso durante el último año y donde el crédito tuvo mayor participación sobre el total de la torta. El dilema que se presenta es si a los 60 días los pesos otorgados por un banco alcanzan o no para pagar la propiedad bajo reserva. Esta incertidumbre hizo que los compradores detuvieran sus decisiones de compra. El impacto de este freno se puede observar con algunas estadísticas del mercado. En diciembre, 29,6 por ciento de las escrituras de Capital Federal se hicieron con crédito mientras que en 2017 fueron 25,7 por ciento –el doble que en 2016–. De todas formas, y pese al bajo nivel de operaciones, somos optimistas para el segmento de compra con crédito para los próximos meses. Pero necesitamos que el dólar se estabilice para que el mercado acepte su nuevo valor. Hay oportunidad de que las operaciones crezcan por más que las tasas suban y el dólar también lo haga. En breve llega el aumento de sueldo de los convenios de trabajo que ayudarán a recuperar el poder de compra. Pensando en un aumento de sueldos escalonado, y cercano al 10 por ciento, para la primer etapa será suficiente para reponer el poder de compra que el empleado tenía a fin de 2017. Adicionalmente es más atractivo para quien está alquilando, por más que se alargue el plazo, pagar una cuota de crédito por un bien propio que dejarlo en un alquiler. •