expoagro 2018: entre la demanda y el comercio exterior de la maquinaria agrícola,
En la muestra, los expositores de equipos hablaron de la demanda del productor y del crecimiento de la importación
SAN NICOLÁS.– Además de usar la vidriera de Expoagro para lanzar productos, los expositores de maquinaria agrícola también aprovecharon la muestra para hablar de lo que pasa en su rubro. ¿Cómo están las empresas?, ¿cómo ven el crecimiento de la importación?, ¿qué demandas detectan entre los productores?, ¿cuáles son sus planes de expansión?, fueron algunas de las preguntas que tuvieron respuestas en charlas por los stands de Expoagro.
Para Nicolás Ballestrero, gerente general de Agco, la decisión del Gobierno de abrir el mercado a la importación “favoreció el ingreso de tecnología en el campo”.
“El productor sigue con muchas ganas de invertir y adquirir más tecnología desde que se abrió el mercado. En 2015 la tecnología brillaba por su ausencia por el bloqueo a la importación”, expresó.
Antes había una “demanda reprimida” de parte de los productores que ahora, según las empresas, sin las trabas a la importación, pide equipos con más tecnología. Esto es más potencia, piloto automático y conectividad. En esta empresa, por ejemplo, los tractores de más de 150 caballos están conectados con el cliente y su concesionario, lo que permite desde detectar fallas hasta hacer un seguimiento para los servicios técnicos.
En 2015, el mercado de tractores fue de 3500 unidades, según la Asociación de Fábricas Argentinas de Tractores (AFAT), donde tienen peso las multinacionales. El año pasado, en tanto, saltó a 7500 unidades. Si se suman las ventas de la firma local Pauny, con 2000 equipos, se llegó a un récord de 9500 tractores. “Creció mucho para el tractor de 250 caballos de fuerza para arriba, porque no había producción nacional y estaba frenada la importación”, dijo Ballestrero.
Tras un 2017 con ventas totales en el mercado de maquinaria agrícola por US$2200 millones, 2018 “no va a ser similar” en ventas al año pasado. Podría haber una merma del 10 al 15%, según Ballestrero.
En Búfalo, fabricante de la marca de sembradoras Súper Walter, están preocupados por la importación en este segmento. El año pasado, con 153 sembradoras, la importación en este rubro creció un 168,42 por ciento.
“Tenemos una gran preocupación porque vemos que se han importado muchas sembradoras y es difícil competir con los costos, el tema laboral, lo impositivo y el precio de la materia prima”, afirmó Daniel Scarpeccio, directivo de Búfalo SA. “Eso nos resta mercado [por la importación]; es difícil competir”, agregó. Para Scarpeccio, el Gobierno tendría que buscar “los medios” para que los fabricantes locales puedan estar en igualdad de condiciones para competir con la maquinaria importada.
En la fábrica de tractores Pauny también estaban preocupados por la importación. “Yo quiero competir, no estar cerrados, pero en igualdad de condiciones”, afirmó José María López, vicepresidente de la empresa.
Más allá de esta preocupación por la importación, en Pauny se están expandiendo al exterior. El 10 de mayo próximo inaugurarán una ensambladora en Paraguay tras invertir US$2 millones. Harán unos 100 tractores articulados en el primer año. La firma llega a Paraguay con facilidades impositivas del vecino país. Además, la sucursal del Banco de la Nación Argentina en ese territorio financiará a los productores paraguayos que quieran comprar a la marca.