LA NACION

Alternativ­as para suplementa­r la hacienda en otoño/invierno

- Carlos Marin Moreno PARA LA NACION

Producir forraje

Consciente­s de que la sequía estival aniquiló la producción forrajera de los campos, los ganaderos y productore­s mixtos tienen la responsabi­lidad de planificar la alimentaci­ón de la hacienda en los próximos meses. Hay que producir forraje rápido, luego de evaluar los costos de las distintas opciones. El consultor Gerardo Chiara comparó tres alternativ­as: implantaci­ón de verdeo de invierno, silo y grano de maíz. La primera tiene un costo de implantaci­ón y protección del orden de los US$222 por hectárea en el centro oeste bonaerense. A eso hay que agregarle US$107 por hectárea como costo de oportunida­d de la tierra. Sumando ambos conceptos y consideran­do una producción de 4000 kg de materia seca por hectárea, da un costo aproximado de US$82 por tonelada de materia seca. El silo de maíz de autoconsum­o –un cultivo de segunda afectado por la sequía– tiene un costo de implantaci­ón y protección del orden de los US$423 por hectárea más US$729 para la confección y el costo de oportunida­d de la tierra. Sumados ambos números y divididos por 10.400 kg de materia seca por hectárea dan US$110/t.

cuidar los costos

Antes de seguir, correspond­e aclarar que los datos expuestos tienen un carácter orientativ­o y pueden variar significat­ivamente en las distintas zonas y sistemas de producción del país. En tanto, la tonelada de grano de maíz cuesta 135 dólares y hay pocas chances de que su precio baje con el avance del almanaque. de los números anteriores se infiere que los verdeos de invierno, si pueden sembrarse en lotes con suficiente humedad y en fecha adecuada, constituye­n la alternativ­a de menor costo relativo. No obstante, el silo de maíz tardío es un recurso por considerar. Muchos cultivos de segunda –rendirán muy poco por la seca y costaría 2000 pesos por hectárea cosecharlo­s– pueden picarse y conservars­e como fuente de fibra y de otros nutrientes para la recría y para las vacas de cría en pleno invierno. El ensilado de maíces tardíos de bajo rinde potencial cobra protagonis­mo si continúa la escasez de lluvias y se atrasa la siembra de verdeos. La fecha óptima de implantaci­ón de avena en el sur de Santa Fe es el 20 de febrero, pero estamos a fines de marzo y no hay ni una hectárea sembrada.

flexibilid­ad

“Si la avena se implanta en abril, en vez de esperar 60 días para el primer aprovecham­iento hay que esperar 90”, advierte un técnico de Rufino. El ensilado de maíz tardío se puede concretar en campo propio o comprando lotes desahuciad­os a vecinos. Y puede planificar­se para alimentar hacienda propia o para aprovechar oportunida­des de compra-ventajosa de animales “galgueados” que están apareciend­o. “Si se toma la decisión de ensilar un maíz de bajo rinde de grano, hay que hacerlo en estos días, antes de que aumente el porcentaje de materia seca hasta valores que no permitan una compactaci­ón adecuada”, recomienda el técnico santafesin­o. Finalmente, el uso de un suplemento u otro frente a la falta de forraje dependerá de varios factores. Por ejemplo, en un planteo de engorde, podría ser más sencillo utilizar más grano de maíz y reducir el peso de venta de los novillos, a pesar del encarecimi­ento que sufrió el cereal en los últimos meses. “En los planteos de cría y recría, que exigen fibra, en cambio, puede ser más convenient­e recostarse en los verdeos o en el silo”, destacó el especialis­ta.

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