Macri despidió a Abad y lo elogió por no “aferrarse al poder”
Agradeció su gestión en la AFIP y lo puso como ejemplo frente a quienes buscan mantenerse en el cargo “a cualquier costo”; destacó sus logros, como la decisión de apelar la libertad de López
Estuvo el gabinete nacional en pleno, como para demostrar que no quedaron rastros de antiguos resquemores. Viejos amigos de la política, como el sindicalista José Luis Lingeri, los radicales Luis Naidenoff y Ricardo Gil Lavedra y el exduhaldista hoy en Pro Eduardo Amadeo. Y hasta el propio presidente Mauricio Macri le agradeció haber “siempre decidido de acuerdo con la ley, que es lo que necesitamos en la Argentina”.
En un acto inusual, el gobierno nacional despidió ayer al titular de la AFIP, Alberto Abad, que había presentado su renuncia el 2 de este mes y dejará su lugar a Leandro Cuccioli, a partir de la semana que viene. “A diario vemos gente aferrarse al poder, a cualquier costo. Y para ser servidor público tenés que tener el 100 por ciento de la energía”, dijo el Presidente, en un salón Blanco de Casa Rosada repleto de funcionarios, excompañeros de Abad en sus 35 años como integrante de cinco gobiernos, además de familiares y amigos.
Cercano a Abad desde que su “tío” político Gregorio Chodos se lo presentó, Macri mostró admiración por Abad, una persona de fuerte carácter que tuvo encontronazos con más de un funcionario, pero que se ganó “el respeto y el cariño de todos”, según relató a la nacion un miembro del gabinete. “La verdad es que yo siempre me nutrí de esa sabiduría que siempre ha tenido y ha sabido proyectar”, sostuvo Macri, con inusual emoción.
La reciente decisión de la Cámara Federal porteña que ordenó la libertad y mejoró la situación judicial del empresario Cristóbal López a pesar de haber contraído una deuda de $8000 millones al fisco –una decisión que enojó al Presidente y que la AFIP de Abad
apeló– apareció una vez terminado el acto. “Él dispone de otros bienes para solventar parte de la deuda, hubiera empezado a vender y hacerse cargo de esa deuda”, afirmó el todavía funcionario a los periodistas, con tono pausado, en referencia a López.
Un rato antes, Macri pareció criticar a los jueces que liberaron al empresario ligado al kirchnerismo cuando elogió a Abad “por hacer siempre lo que es justo” y no “ser políticamente correcto, que me parece algo espantoso porque sirve para justificar, en la mayoría de los casos, cosas que van en contra de la mayoría de los argentinos”, disparó el Presidente.
En su discurso de despedida, y después de recibir una plaqueta de manos de Macri, Abad fue diplomático: agradeció Macri y al jefe de Gabinete, Marcos Peña, además de al conjunto de los ministros y hasta a los “veintidós mil” empleados de la AFIP.
Palabra cumplida
Abad contó ayer que el día que aceptó el cargo le había dicho al Presidente que no “estaría los cuatro años”. Las versiones sobre su alejamiento crecieron en septiembre pasado, cuando el matutino Página/12 divulgó datos secretos provenientes de la AFIP que confirmaban que amigos y familiares del Presidente se habían acogido al blanqueo de fondos incluido en la ley de sinceramiento fiscal. El escándalo terminó con el posterior despido de Jorge Enrique Linskens, subdirector de Sistemas y Telecomunicaciones de la AFIP, responsabilizado por la difusión de la información confidencial.
Un par de meses después aparecieron algunos chispazos con el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, en torno al régimen de los monotributistas.
Cuando le tocó hablar, Abad prefirió olvidar los momentos de disenso y habló de un “clima de trabajo en equipo inédito” en sus 35 años de trabajo.
Después de haber trabajado para Carlos Menem, Eduardo Duhalde y el matrimonio Kirchner, y agradecido con el Presidente, Abad se permitió una ironía final: prometió “no hacer lo de los Chalchaleros. Esta fue la última chacarera”, dijo, con su esposa –quien lo había convencido de aceptar el cargo en 2015– aplaudiendo en la primera fila.