LA NACION

Córdoba: arrestaron a un pastor evangélico tras ser denunciado por abusos

Jesús María. Cinco mujeres aseguraron haber sido ultrajadas en un templo y las autoridade­s estiman que habría otros seis casos

- Gabriela Origlia PARA LA NACION

CÓRDOBA.– Causó conmoción en Jesús María la detención del pastor evangélico Arturo Peralta, de 52 años, acusado de “abuso sexual sin acceso carnal continuado y abuso sexual con acceso carnal calificado continuado en concurso real”. La orden de captura fue dictada por el fiscal Martín Berger después de investigar las denuncias de cinco mujeres mayores de edad que concurrían al templo del imputado.

“¿A quién le van a creer? ¿A mí, que soy el pastor, o a vos?”, cuentan las víctimas que les repetía Peralta. La modalidad que todas declararon ante la policía y la Justicia es que las citaba “a conversar sobre un tema” y, cuando llegaban, las encerraba en su oficina y, bajo amenaza, las obligaba a hacer “lo que él quería”.

Según las denuncias, los hechos se habrían producido entre 2015 y 2017. Según relató a la nacion R, esposo de una de las denunciant­es, las mujeres se animaron a contar lo que les había pasado después de que una de ellas “dejó de asistir sin motivos a la iglesia; de un día para el otro no fue más y no explicaba nada, hasta que habló”.

Ese testimonio les abrió paso a los otros; podría haber media docena más de casos. “Siempre que citaba a las mujeres él estaba solo, sin su esposa, que también es pastora”, agregó R. “No se animaban a contar nada porque las amenazaba”, insistió.

La iglesia evangélica Josafat está sobre la ruta 9 norte. Peralta convocaba a las mujeres tanto en días de ceremonia religiosa como en otros en los que no tenían motivo para ir al templo. Después de la detención de Peralta, los familiares de las denunciant­es aseguraron haber sido intimidado­s por allegados al pastor. “Tenemos miedo”, repiten.

Las mujeres –de entre 20 y 45 años– coinciden en afirmar que, llorando, le pedían que las dejara en paz, que les permitiera irse, que sacara las trabas de las puertas. Algunas plantearon que las “tocaba por encima y por debajo” de la ropa, y otras directamen­te denunciaro­n haber sufrido acceso carnal.

El fiscal Berger admitió que el desafío será “determinar cuál es la manipulaci­ón psicológic­a” que ejerció el pastor para “poder cometer los supuestos abusos” denunciado­s. En los próximos 10 días deberá determinar si le dicta la prisión preventiva y lo envía a la cárcel de Bower. Antes tomará declaracio­nes testimonia­les y avanzará en la realizació­n de peritajes psiquiátri­cos. El fiscal también investiga si en otras iglesias, donde Peralta ejerció su tarea pastoral, se registraro­n problemas similares.

Jorge Johnson, abogado del pastor, señaló a la nacion que aún no accedió al expediente, pero que su cliente asegura que es “totalmente ajeno a los hechos que se le atribuyen”.

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La voz Los abusos se habían cometido en un templo evangelist­a, en Jesús María

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