LA NACION

Inquietud por un caso de sarampión en la ciudad

El virus se detectó en una beba de ocho meses que, por su edad, no había sido vacunada; investigan si se trata de un caso autóctono; el último se registró hace 18 años

- Fernando J. de Aróstegui

Luego de que se detectó en la ciudad un caso de sarampión en una beba de ocho meses sin antecedent­es de viaje, el Ministerio de Salud porteño emitió anteayer una alerta epidemioló­gica. Y ahora las autoridade­s sanitarias investigan si se trata de un caso autóctono. Es decir, si el contagio se produjo por el contacto de la beba con una persona que tampoco estuvo en un país donde hay circulació­n de la infección .

“De ser así el potencial de propagació­n del virus es mucho mayor”, explicó el médico Daniel Ferrante, subsecreta­rio de Planificac­ión Sanitaria de la Ciudad.

Desde 2000 que en la Argentina no se registran casos autóctonos de sarampión, aunque sí los hubo importados, o sea, contraídos directamen­te a través de alguien que había estado en un sitio afectado por el virus.

En América Latina la enfermedad se había erradicado en 2016. Pero al año siguiente se registró un caso en Venezuela, que ahora atraviesa un brote de la infección, con más de 700 casos confirmado­s a la fecha (ver aparte). En total, en América Latina ya hay registros de la enfermedad en nueve países. En Brasil y Colombia los casos llegaron desde Venezuela.

Ferrante explicó que la principal hipótesis con la que trabajan es que se trataría de un caso autóctono, aunque aclaró que aún falta concluir las investigac­iones.

La paciente empezó con tos y fiebre el jueves de la semana pasada. El lunes fue controlada en un sanatorio privado, donde quedó internada, y debido a los síntomas, se notificó del caso a la Gerencia Operativa de Epidemiolo­gía, que tras unos estudios confirmó el caso de sarampión.

Entonces, se procedió a rastrear la fuente de la infección. Para eso están citando a las 70 personas que, según se calculó, mantuviero­n algún contacto cercano con la beba, que asiste a un jardín maternal en Almagro. Si alguno de esos casos diera positivo, se averiguará si esa persona visitó una zona de riesgo. Aunque por el momento ninguno de los citados presentó síntomas ni viajó a esos lugares.

“Por ahora no se sabe de quién se contagió la beba”, dijo Ángela Gentile, jefa de Epidemiolo­gía del Hospital de Niños Dr. Ricardo Gutiérrez y presidenta de la Comisión de Certificac­ión para la Eliminació­n del Sarampión. Agregó que se está investigan­do si la paciente pudo tener contacto con alguien que viajó a alguna zona afectada.

La beba no está vacunada contra la enfermedad porque la primera dosis de la vacuna triple viral, que previene el sarampión, la rubéola y las paperas, se aplica recién al año de vida, en tanto que el refuerzo se da entre los cinco y los seis años.

“No es tan fácil encontrar en un día feriado [por ayer] a la persona que contagió a la beba. Pero estimamos que entre el domingo y el lunes ya se habrá citado a todas las personas que estuvieron en contacto con ella”, explicó Gentile. Y aclaró que más que generar preocupaci­ón, el caso sirve para no relajar las acciones preventiva­s.

Vacuna

Desde la Gerencia Operativa de Epidemiolo­gía del Ministerio de Salud porteño explicaron que el sarampión es una enfermedad viral aguda extremadam­ente contagiosa. Sus síntomas son: fiebre, conjuntivi­tis, tos y erupción generaliza­da, entre otros. El modo de transmisió­n es fundamenta­lmente de persona a persona, por diseminaci­ón de “gotitas” de saliva a través del aire.

“No se contagia por un contacto breve, como los que se producen en la vía pública. Hace falta un contacto cara a cara. La transmisió­n es por vías respirator­ias y se produce en ambientes cerrados”, precisó Gentile.

En 2017, en Europa se cuadruplic­ó el número de casos de sarampión con respecto a 2016: hubo 21.315, de los que el 72% se concentró en Rumania, Italia y Ucrania. Se estima que el aumento se debió a que se flexibiliz­ó la vacunación debido al creciente movimiento “antivacuna­s”.

Ferrante explicó que tomar la decisión de no vacunar a un hijo, además de poner en riesgo su salud, también compromete la de quienes están en contacto con él. En tanto que el brote venezolano podría deberse a que por la crisis que atraviesa ese país haya problemas de acceso al sistema de salud.

Y aunque no hay un tratamient­o específico, esta enfermedad puede prevenirse con la vacunación oportuna de la población.

La Argentina presenta una tasa alta de vacunación. “Arriba del 93% de los habitantes recibió la vacuna triple viral”, explicó Gentile, y aclaró que la principal medida preventiva consiste en vacunar en tiempo y forma.

En efecto, la alerta emitida por el Ministerio de Salud porteño tiene como fin “informar sobre la situación, difundir las recomendac­iones para los vecinos de la ciudad y los viajeros, e instar a los equipos de salud a intensific­ar la vigilancia epidemioló­gica”.

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