Tránsito en el microcentro Las restricciones vehiculares llegarán hasta Retiro.
La medida regirá desde el martes; Retiro y el Casco Histórico, las nuevas áreas
Tal como ya ocurre en el microcentro, la restricción vehicular ahora se extenderá a dos nuevas áreas: el Casco Histórico y Retiro. Con el desaliento de la utilización de vehículos particulares el gobierno porteño busca fomentar el uso del transporte público, la circulación a pie y en bicicleta, además de mejorar la seguridad vial y la calidad del ambiente.
Así, desde el martes próximo el acceso de vehículos a estas dos zonas se verá restringido los días hábiles entre las 11 y las 16. Y solo podrán circular los que tramiten un permiso. Este será emitido sin cargo para quienes acrediten su domicilio en el área. En tanto que los que vivan fuera de ella, pero posean o alquilen una cochera allí deberán abonar $1560 anuales para ingresar.
El plan ya disparó una polémica. Mientras algunos vecinos y comerciantes celebraron la medida, otros la criticaron con vehemencia. El rechazo proviene de los garajistas y sus empleados, que, según indican, perderán el negocio de las cocheras por hora porque los únicos clientes que accederán a pagar el permiso serán los que tengan contratos mensuales.
El transporte público, en tanto, podrá circular por estas nuevas áreas durante las 24 horas: colectivos, taxis y remises registrados en la ciudad no sufrirán restricciones. Además, todas las avenidas seguirán siendo de libre acceso para el tránsito general.
También estarán exentos de pagar los permisos aquellos conductores con discapacidades, los padres, tutores o encargados de chicos que asistan a colegios de las zonas, los camiones de caudales y las empresas de delivery y mensajería, entre otros.
“¿Por qué tengo que pagar un permiso de $1560 si la circulación por la vía pública es libre?”, se quejó Fernando, que atiende un kiosco de la zona afectada, y cada día llega en moto desde Vicente López.
Distinta fue la opinión de María Calvo, vecina de Maipú al 800. Consideró que esta medida, sumada a la anterior eliminación de los colectivos y al arreglo de las veredas rotas, redundará en una mejora notable del entorno, que hasta hace poco sufría de una fuerte contaminación.
La zona restringida pasará gradualmente de sus actuales 86 cuadras a 259, cuando esta disposición se extienda a la zona de Tribunales a partir de octubre. En julio del año próximo el horario de todas las zonas se extenderá de 9 a 18.
Para controlar los ingresos a las áreas restringidas, a partir de 2016 el gobierno implementó un sistema de cámaras de reconocimiento de patentes, que permite multar a los infractores. Desde entonces, en el microcentro disminuyó un 61% el ingreso de vehículos. En tanto que en las dos nuevas áreas espera reducir la circulación en un 50%. Además, con la incorporación del área de Tribunales, se estima que se reducirán por año unas 2800 toneladas de CO2.
Cuando en 2016 este proyecto se aprobó en la Legislatura, el sindicato de los empleados de estacionamientos manifestó un fuerte rechazo. Y según calcularon, con la implementación del plan, cerrarían unos 450 garajes y se perderían unos 2500 puestos de trabajo.
“Un 60% de nuestros ingresos provienen de las cocheras por hora”, dijo Domingo Hidalgo, encargado de un estacionamiento en Moreno al 400, Monserrat. A 12 cuadras de allí, Jorge Zaracho, encargado de un garaje en Suipacha al 900, hizo el mismo cálculo.
“Nos van a dejar sin trabajo”, se lamentó Eduardo Ávila, de 44 años, empleado en un garaje en Moreno al 300. Agregó que es muchísima la gente que llega en auto desde el conurbano para hacer trámites y se queda solo por un par de horas.
Juan José Méndez, secretario de Transporte porteño, apuntó que el plan se propone desalentar a esos automovilistas. En cuanto a la pérdida de empleos en los garajes, señaló que con la restricción vehicular en el microcentro surgieron muchas nuevas fuentes laborales por la aparición de bares, restaurantes y otros comercios. Según estadísticas de esa secretaría, desde 2012 la cantidad de locales gastronómicos aumentaron un 10%, mientras que los de indumentaria crecieron un 9%.
Además, Méndez dijo que la limpieza ambiental provocó una valorización del microcentro: “Mientras en 2008 el metro cuadrado valía US$2800, ahora vale US$4300”.
El costo de la multa para quienes violen la restricción será de $1300 y empezarán a regir a partir de mayo.