LA NACION

Rusia ordena otra oleada de expulsione­s de las embajadas occidental­es

Funcionari­os de 23 naciones dejarán el país por el exespía envenenado

-

MOSCÚ.– Una inusual procesión de autos con chapa diplomátic­a frente a la sede de la cancillerí­a rusa marcó ayer una nueva escalada de la crisis del Kremlin con los gobiernos occidental­es. Convocados por el Ministerio de Relaciones Exteriores, los embajadore­s de 23 países fueron notificado­s en persona de la expulsión de 59 funcionari­os de sus embajadas, quienes deberán abandonar el país.

La decisión se dio en el marco de la crisis entre Rusia y Occidente por el envenenami­ento de un exespía ruso y su hija en Gran Bretaña, un crimen que Londres y sus aliados occidental­es atribuyen sin margen de dudas a Moscú, e incluso al mismo jefe de Estado.

El gobierno ruso alegó que la medida responde a lo que llamó “demandas infundadas” de que sus diplomátic­os abandonen 23 países, la mayoría occidental­es, que se sumaron al clamor del gobierno de la primera ministra theresa May contra el Kremlin por el ataque con gases tóxicos al exagente Sergei Skripal y su hija Yulia, quien estaba de visita en la casa de su padre en la ciudad inglesa de Salisbury.

Moscú respondió así de manera idéntica al trato dado a sus funcionari­os en el extranjero en las últimas semanas, expulsando a la misma cantidad de diplomátic­os que los efectivos rusos echados de cada país.

Anteayer, el Kremlin había ordenado la salida de 60 diplomátic­os norteameri­canos y el cierre del consulado de Estados Unidos en San Petersburg­o, la segunda ciudad del país, en represalia por la mayor expulsión de diplomátic­os desde la Guerra Fría. Moscú ya había respondido a Gran Bretaña con la expulsión de 23 diplomátic­os tras el primer caso del uso de un agente neurotóxic­o de grado militar en suelo europeo desde la Segunda Guerra Mundial.

El caso del exespía solidarizó a gran parte de Occidente a tomar medidas contra lo que considera una política hostil de Moscú, pero Rusia rechaza la acusación de que estuvo detrás del atentado y sostiene que se trata de una conspiraci­ón para sabotear las relaciones Este-Oeste.

El hospital donde permanece internada dijo que Yulia Skripal está mejorando después de pasar tres semanas en estado crítico debido al ataque de toxinas nerviosas. Su padre, en cambio, permanece en una condición crítica.

La cancillerí­a volvió a convocar ayer al embajador británico, Laurie Bristow, y le informó que tiene un mes para reducir el contingent­e diplomátic­o al mismo tamaño que la misión rusa en Londres.

también debieron comparecer los representa­ntes de Francia, Alemania, Italia, Polonia, Holanda, Croacia, Bélgica, Ucrania, Dinamarca, Irlanda, España, Estonia, Letonia, Lituania, Macedonia, Moldavia, Rumania, Finlandia, noruega, Suecia, Canadá, Australia, Albania y República Checa.

“Los diplomátic­os recibieron notas de protesta y se les dijo que, en respuesta a las injustific­adas exigencias de los Estados competente­s de expulsar a diplomátic­os rusos, la parte rusa declara persona non grata a un número correspond­iente del personal que trabaja en las embajadas de esos países en la Federación Rusa”, señaló la Cancillerí­a.

Otros cuatro países –Bélgica, Hungría, Georgia y Montenegro– anunciaron “en el último momento” la expulsión de diplomátic­os rusos por el caso Skripal y quedaron de momento al margen de las sanciones, pero el Kremlin se reservó el derecho de adoptar represalia­s también contra ellos.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina