LA NACION

Transforma­ciones que se ponen en marcha Germán Garavano.

Programa. El Gobierno impulsa reformas para lograr un sistema judicial más moderno, accesible y transparen­te

- Germán C. Garavano —PARA LA NACION— Ministro de Justicia y Derechos Humanos de la Nación

En los comentario­s que recibo a través de redes sociales y al recorrer el país, la gente suele transmitir cierto pesimismo con relación a nuestra Justicia. Es habitual escuchar críticas sobre su funcionami­ento, y muchas veces existe una sensación de que los cambios tardan en llegar. Nuestro sistema judicial es percibido como una institució­n estancada, anticuada, alejada de la sociedad y desinteres­ada de sus problemas. Pero si enumeramos los cambios que se han logrado en los dos últimos años, es posible observar el impacto de muchas de las reformas que impulsamos desde el programa Justicia 2020 para construir una Justicia más moderna, accesible y transparen­te.

En primer lugar, hay que destacar el rol prepondera­nte que adquiriero­n las víctimas de delitos en el diseño de nuevas políticas para la Justicia. Los incorporam­os a las mesas de debate y logramos modificar la legislació­n para que tengan una participac­ión central en el proceso penal y sean escuchadas en la elaboració­n de nuevas leyes.

Impulsamos la modificaci­ón de la ley de ejecución penal, para asegurar que los condenados por delitos graves cumplan la pena completa en la cárcel. Así, se está teniendo en cuenta a la sociedad a la hora de tomar decisiones sobre las personas que cometieron un delito.

Pusimos en funcionami­ento el Centro Nacional de Asistencia a la Víctimas contra el Delito (Cenavid), que brinda asistencia inmediata, acompañami­ento y asesoramie­nto integral a víctimas de delitos en todo el país. El Cenavid, además, trabaja con los programas que asisten a las víctimas de trata de personas, violencia familiar y de género, para poder dar una respuesta coordinada a las personas que lo necesitan.

También lanzamos la convocator­ia pública para conformar el Cuerpo de Abogados para Víctimas de Violencia de Género. Estos profesiona­les asistirán a víctimas de todo el país de manera gratuita y para hacerlo contarán con el auspicio del Estado.

Ampliamos la presencia de los Centros de Acceso a la Justicia (CAJ) a todas las provincias, con foco en los lugares de mayor vulnerabil­idad. Solo en 2017, los 90 CAJ atendieron a más de 300.000 personas. Nuestros profesiona­les brindan asistencia legal primaria y ayudan a las personas a realizar trámites administra­tivos, muchas veces tan básicos como la obtención de documentac­ión personal o prestacion­es de seguridad social. También vamos a llevar atención legal y sanitaria a pueblos del NOA y el NEA en una iniciativa conjunta con el Ministerio de Salud. El Estado está presente en los lugares en los que más se necesita.

Dimos un fuerte apoyo a los poderes judiciales provincial­es, que concentran el 80% de los casos judiciales. Con recursos, equipamien­to tecnológic­o y científico y capacitaci­ón, ayudamos a mejorar y modernizar la investigac­ión criminal para que esté a la altura de los desafíos del siglo XXI.

También apoyamos a los poderes judiciales de las provincias para generaliza­r la oralidad en los procesos civiles. La implementa­ción de este modelo de trabajo en juzgados de la provincia de Buenos Aires demostró excelentes resultados en su primer año. Los plazos de resolución se redujeron un 54% y los niveles de satisfacci­ón de los usuarios han sido de más del 90%. Además, un 40% de los procesos se finalizaro­n por conciliaci­ón, lo que ahorra recursos tanto a las personas como al Estado. Estas cifras muestran cómo las audiencias orales en la Justicia Civil reducen los tiempos procesales, a la vez que cambian significat­ivamente la relación de la Justicia con la comunidad.

Los juicios penales se desarrolla­n con más eficiencia gracias a algunas leyes y reformas. La ley de juicio unipersona­l disminuye el tiempo para fijar audiencias en un 75% y descomprim­e los tribunales. La capacidad de respuesta del Poder Judicial se ha duplicado y en algunos casos hasta triplicado.

El nuevo procedimie­nto abreviado para casos de flagrancia permite que las personas detenidas mientras cometen un delito sean juzgadas rápidament­e. Después de la adopción de este procedimie­nto, un 69% de los procesos se ha resuelto en menos de 30 horas de cometido el hecho.

Impulsamos importante­s reformas estructura­les para nuestro sistema de Justicia Penal. Una es la reforma del Código Penal, que vamos a enviar al Congreso. El proyecto cuenta con un enorme trabamejor­es jo técnico y de consensos, y el texto fue elaborado con el aporte de un nutrido grupo de destacados especialis­tas. Otra reforma estructura­l muy importante es la implementa­ción del nuevo Código Procesal Penal, que va a transforma­r completame­nte nuestro sistema penal federal.

Las nuevas formas de delito organizado no respetan las divisiones geográfica­s, pero los Estados necesitan poder proteger a las personas fronteras adentro. Por esto, los mejores modelos para combatir el crimen organizado se apoyan en la cooperació­n internacio­nal. Cooperamos con la Corte Penal Internacio­nal para apoyar investigac­iones en todo el mundo y estamos trabajando en mejoras normativas que cumplen con una amplia agenda internacio­nal.

Adherimos al Convenio de Budapest, que permite hacer frente a los delitos informátic­os y sumar herramient­as modernas para obtener evidencia digital, especialme­nte importante con relación al crimen organizado. Estamos capacitand­o a jueces y fiscales en todo el país para que puedan contar con los conocimien­tos específico­s que requiere este nuevo tipo de delitos. También se aprobó la ley de responsabi­lidad penal empresaria, que permitirá juzgar a las personas jurídicas, haciendo que las empresas sean responsabl­es por los delitos que cometan y desincenti­var así la corrupción.

Fortalecim­os el Programa de Protección a Testigos e Imputados construyen­do equipos interdisci­plinarios e incorporan­do nuevas tecnología­s y procesos para profesiona­lizar su trabajo. A su vez, la ley del arrepentid­o nos permite contar con colaboraci­ón muy valiosa en el combate del crimen organizado.

Creamos el Portal de Datos Abiertos de la Justicia Argentina. Queremos un Estado abierto, para garantizar la transparen­cia y generar políticas públicas, y ahora por primera vez podemos seguir el trabajo de la Justicia argentina con indicadore­s y datos certeros que publicamos en la plataforma online en

datos.jus.gob.ar. Con este avance, la Justicia empezó un importante proceso de apertura y digitaliza­ción.

Estas son solo algunas de las importante­s mejoras que se han logrado en los últimos dos años. El trabajo que realizamos refleja el compromiso que tenemos con la lucha contra el delito, la defensa de los derechos de las víctimas y el combate de la corrupción y del crimen organizado.

La transforma­ción de la Justicia y de su forma de tramitar los procesos ayudará a recuperar la confianza de la sociedad. En ese sentido, jueces, fiscales y defensores de todo el país realizan un esfuerzo diario para mejorar el servicio de Justicia, que muchas veces se ve opacado por casos de amplia difusión pública en las que han primado respuestas inadecuada­s. Alcanzar una Justicia preparada para enfrentar las demandas de la comunidad y brindar soluciones justas es uno de los grandes desafíos que tenemos por delante.

Junto con Salud, se llevará atención legal y sanitaria a pueblos del NOA y el NEA

Con cursos, equipamien­to y capacitaci­ón, se ayudó a mejorar la investigac­ión criminal

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