Israel rechaza una investigación internacional sobre la violencia en Gaza
El ministro de Defensa negó que hubiera un uso excesivo de la fuerza
JERUSALÉN.– Luego del rebrote de violencia en la frontera con la Franja de Gaza, donde 16 palestinos murieron el viernes pasado, el ministro de Defensa israelí, Avigdor Lieberman, rechazó ayer los llamados internacionales para realizar una investigación por el uso de violencia y dijo que sus tropas actuaron correctamente al abrir fuego solo contra los manifestantes que los atacaron.
Lieberman sostuvo que quienes protestaron pacíficamente no resultaron heridos. Rechazó así las denuncias de uso excesivo de la fuerza en las protestas masivas del viernes, que fueron los hechos de violencia más sangrientos de la zona en cuatro años.
El dirigente ultranacionalista agregó que los soldados apostados sobre el límite entre Israel y Gaza protegieron la frontera de su país y “merecen una medalla” por su actuación contra los palestinos. “[Si persisten las protestas palestinas] nos defenderemos”, advirtió Lieberman, en declaraciones a la radio de las fuerzas armadas israelíes.
Aunque Israel insiste en que solamente se les disparó a quienes atacaron a sus soldados, un video de la escena mostró al menos un puñado de incidentes en los que personas al parecer son baleadas lejos de la frontera o pese a no estar causando disturbios violentos.
Las fuerzas israelíes acusaron al grupo islamista Hamas, que controla la Franja de Gaza, de publicar videos incompletos, editados o “completamente falsos”.
El ministro de Defensa denunció también intentos de dañar la valla y de infiltrarse en Israel, y hasta un intento de ataque a tiros contra soldados que no causó víctimas. Los palestinos acusaron a Israel de uso desproporcionado de la fuerza, y grupos de derechos humanos cuestionaron la utilización de munición real contra los manifestantes.
“Propongo que toda esa marcha de hipócritas en Israel y en el extranjero investiguen la muerte de medio millón de personas en Siria, los cientos de miles de muertos en Yemen, en Libia y Sudán”, replicó el ministro israelí.
Además de los 16 muertos, la represión provocó heridas y trastornos a más de 1400 personas, 758 de ellas por balas de plomo y el resto por balas de goma e inhalación de gases lacrimógenos.
No hubo víctimas entre las fuerzas israelíes, pero anteayer un vocero militar israelí aseguró que las fuerzas armadas de Tel Aviv no enfrentaron “una manifestación de protesta”, sino una “actividad terrorista organizada”.
El secretario general de la ONU, António Guterres, había pedido anteayer una “investigación independiente y transparente”, pero Lieberman afirmó que “en cuanto a una comisión de investigación, no la habrá”.
Por otro lado, las relaciones diplomáticas entre Turquía e Israel se tensionaron en las últimas horas a partir de cruces y acusaciones mutuas de los jefes de ambos Estados con relación a la dura respuesta israelí del viernes pasado.
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, calificó de “inhumano el ataque” y definió como “masacre” la represión de las protestas.