LA NACION

Partidas atrasadas. Las escuelas no reciben el dinero para los alimentos

- Micaela Urdinez

PARAJE EL PARAÍSO.– Chicos dispersos o que se quedan dormidos sobre el banco. Esta es la realidad que se vive en las escuelas de El Impenetrab­le, porque desde que arrancaron las clases el 6 de marzo, no les llega la partida alimentari­a para poder darles el desayuno y el almuerzo. Quizá la única comida que ingieren en el día.

El día anterior llovió y hoy hay solo dos alumnos de primaria y dos de inicial en la Escuela N° 924 del paraje Güemes. Su matrícula es de nueve chicos en jardín de infantes y cinco en primaria. El techo se está cayendo, la dirección está llena de ratas y murciélago­s, y a los baños no los usan por miedo a las víboras.

“Recién ahora estamos cobrando la partida de alimentos de septiembre. Por suerte tenemos algunas personas que colaboran con la escuela y nos traen alimentos”, dice Susana Retamos, docente de jardín. De la plata de 2018, todavía no tienen noticias.

Mercedes Navarro, secretaria de Desarrollo Social de Miraflores, refuerza esta problemáti­ca: “Siempre las partidas llegan superatras­adas. Recién les pagaron septiembre y octubre del año pasado”.

¿En dónde está la plata? Hasta el año pasado, el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación giraba los fondos al área de Educación de Chaco y los directores eran los encargados de hacerle llegar el dinero a los docentes. A partir de mayo de este año, el Ministerio de Desarrollo Social de la provincia va a empezar a administra­r estas partidas. Mientras tanto, los alumnos no comen.

Fuentes del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación afirman que este organismo no tiene ninguna deuda en el envío del dinero a la provincia de Chaco. “La plata viene de Desarrollo Social porque son escuelas vulnerable­s. Es un refuerzo para la alimentaci­ón que se le da a cada provincia. A Chaco es a la que más plata le damos y es la que menos rindió los fondos durante el año pasado”, sostienen.

Marcelo Acosta, ministro de Desarrollo Social de Chaco, explica que este organismo todavía no tiene ningún convenio firmado para hacerse cargo de los comedores escolares. “Estamos trabajando con Desarrollo Social de la Nación para firmar el convenio en mayo. Mientras tomamos las definicion­es sobre cómo lo vamos a instrument­ar, el área de Educación es la que sigue haciéndose cargo”, señala el funcionari­o.

Desde el Ministerio de Educación chaqueño confirman que ellos son todavía los responsabl­es de enviar el dinero, pero que los desembolso­s están atrasados. “Se trabaja para saldar las partidas de noviembre y diciembre de 2017 de comedores y refrigerio­s escolares a las escuelas con albergues y de jornada completa del departamen­to Güemes, en la zona de El Impenetrab­le chaqueño, así como al resto de la provincia”, afirma la directora general de Gestión Educativa, Sonia Krilich Caro. Y agrega: “El Ministerio de Educación sigue trabajando para avanzar en el acuerdo de transferen­cia del citado servicio a la cartera social”.

Otro de los reclamos de los docentes y directores es el monto que reciben para poder darles desayuno y almuerzo. “El alimento es esencial. Nosotros no podemos salir del guiso porque no nos da el presupuest­o. Los chicos no conocen las milanesas. Nos dan 8,32 pesos por alumno. Es una vergüenza”, se queja Luis Alberto Baez, director de la Escuela N° 977 del paraje El Quebracho.

Si bien Baez se jacta de tener la matrícula más amplia del monte (32 chicos en primaria) se lamenta por no poder darles una buena nutrición. “Yo mato por esta escuela. No tenemos ningún tipo de ayuda de padrinos y hacemos todo lo posible por darles lo mejor a los chicos. Recién esta semana nos pagaron octubre del año pasado. Y nosotros tenemos que dar la cara frente a los comerciant­es. Hasta que no cobremos, yo no quiero volver a sacar nada. Entonces yo pongo la yerba y los chicos traen galletitas o pan, pero no tienen almuerzo”, explica con resignació­n.

Jerónimo Chemes, fundador de La Chata Solidaria, quien hace más de 10 años recorre El Impenetrab­le, asegura: “Nosotros siempre supimos que los problemas más acuciantes en la escuelas eran de agosto en adelante porque se atrasan los pagos. Pero ahora estamos a fines de marzo y vemos que tienen un problema importante de comida y no hay una solución visible en el corto plazo. Yo creería que esto va a ser un desastre durante todo el año”.

Por el momento, los maestros hacen malabares para poder, al menos, darles un poco de mate cocido con pan. Ante esta realidad desesperan­te, los padres y los docentes se organizan para juntar los fondos y poder atravesar la emergencia. En otros casos, los chicos comen lo que pueden en sus casas y la escuela los libera antes porque no tiene nada para darles al mediodía.

Juan José Perón es docente en la Escuela N° 923 del paraje El Paraíso. Allí asisten 13 alumnos de la zona, de los cuales la mayoría tiene que caminar más de 3 kilómetros para llegar. Sobre la situación alimentari­a, sostiene: “Ahora estoy poniendo yo de mi bolsillo, junto a los padres, para darles de comer a los chicos. Aunque sea los lunes, miércoles y viernes porque no nos llega la plata”.

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M. urdinez La Escuela N° 977 del paraje La Fidelidad pide que le manden harina y leche

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