Hallan en el baúl de un auto el cadáver de un hombre con una bolsa en la cabeza y acuchillado
Pilar. La víctima fue identificada como Ernesto Bensousan; su familia creía que se había ido a la Costa con un amigo, pero se fue a encontrar con dos chicas
Hacía ya un día completo que Hilda Rodríguez veía desde su ventana ese Chevrolet Corsa estacionado delante de su casa, en Pedro de Mendoza al 1600, entre Constitución y Congreso, de Pilar. Carcomida por la duda, Hilda, jubilada, de 83 años, llamó ayer al 911. Y esperó. Cuando llegó la policía, quiso ser precisa: dijo que el auto estaba parado allí desde las 7 del sábado.
El primer indicio del horror que vendría después fue el hedor; luego, las gotas de lo que parecía ser sangre que comenzaban a manchar el asfalto. La conmoción llegó cuando se abrió el baúl y quedó a la vista el cuerpo exánime de un hombre semidesnudo, acuchillado y con una bolsa de nylon transparente que le envolvía la cabeza. Por estas horas las principales sospechas giran en torno de dos mujeres con las cuales la víctima habría estado poco antes de su muerte. En principio se habría descartado la hipótesis del robo, dado que no faltaba nada del auto, ni siquiera la billetera de la víctima.
Ante la presencia del fiscal de turno en Pilar, Raúl Casal, y el personal de la Subdelegación de Investigaciones (Subddi) de Pilar y de la Policía Científica del distrito, los médicos de emergencia del SAME se ocuparon de la primera revisión del cadáver. Certificaron que se trataba de un hombre de entre 30 y 40 años que tenía heridas de arma blanca en la región lumbar y en el omóplato izquierdos.
La revisión de los datos del dominio del Corsa, DZE551, permitieron establecer que el vehículo estaba patentado en Pilar a nombre de Ernesto José Bensousan, de
38 años. Fuentes policiales dijeron a que ese dato permitió la nacion confirmar que él era la víctima del conmocionante homicidio.
Según los investigadores, las primeras averiguaciones entre familiares de Bensousan –el padre, concretamente– indicaban que el hombre iba a irse a pasar el fin de semana largo de Pascuas con un amigo. Pero esta persona, entrevistada por los detectives policiales, dijo que tal viaje no se había concretado, que sí habían ido a cenar y que se había separado de su amigo a la 1.30 del sábado porque Ernesto se “iba a ver” con dos chicas.
Para los investigadores, este testigo es creíble. De tal modo, se presume que Bensousan fue asesinado entre la 1.30 y las 7 del sábado, cuando el Corsa blanco quedó estacionado frente a la casa de la jubilada que dio aviso al 911, en el barrio Peruzzotti.
Se espera que la autopsia, que se realizará esta tarde, a las 15, arroje precisiones sobre la data de la muerte y que, eventualmente, permita orientar las pesquisas hacia la identificación de los autores del crimen.
Según se informó, la policía comenzó a rastrear las cámaras de seguridad de la zona, desde Antártida Argentina al 400, donde vivía Bensousan, hasta unas pocas cuadras más allá, en Pedro de Mendoza al 1600, donde fue hallado muerto dentro de su propio auto.
Los detectives también estaban en busca de testigos que pudieran dar más precisiones con respecto al círculo de amistades de Bensousan y, especialmente, de las mujeres con las que se contactaba, para intentar identificar, entre ellas, a las dos chicas con las que, se supone, se vio antes de que lo mataran de varias puñaladas.