LA NACION

un horario que despista a los hinchas, pero normal para los futbolista­s

Los partidos a las 11, entre la falta de costumbre del público y el orden habitual de los planteles

- Patricio Insua

Ri ver ganó su partido, Marcel o Gallardo se refirió ante los medios sobre el golazo de LucasPrat to y los jugadores de Defensa y Justicia expresaron su desazón por no sostener el buen arranque que les permitió ponerse en ventaja. Incluso, los micros con los planteles dejaron atrás el estadio Norberto Tomaghello. Poco movimiento había en el sector de los vestuarios cuando dos hombres se acercaron en una moto hacia una de las puertas que permanecía­n abiertas. La consulta desencajó a quien la escuchaba :“¿ Se puede sacar entradas para el partido de hoy con River?”. La respuesta del empleado del club rompió la ilusión: “Se jugó a la mañana. GanóRi ver 3 a 1”.

Pese a no ser un horario habitual para que los hinchas se acerquen a la cancha o sigan el encuentro por radio o televisión, las 11 es un momento del día de plena actividad para los futbolista­s. Por ejemplo, los entrenamie­ntos de cada semana se desarrolla­n en ese horario. Aunque esta vez no se trató de una práctica, claro, sino de un partido que le sirvió a River para ratificar su fortalecim­iento y le significó al Halcón acumular su tercer partido seguido sin victorias en la Superliga.

El día comenzó bien temprano para cada uno de los integrante­s del plantel de River, porque el cronograma diseñado por el cuerpo técnico pautó el desayuno para las 8 en el comedor de la concentrac­ión del Monumental. Esa primera comida del día no tuvo nada de particular: cada futbolista la realizó como lo hace habitualme­nte y una hora después, a las 9, partieron rumbo a Florencio Varela; después de 50 minutos de viaje, entraron al vestuario visitante, donde volvieron a consumir alimentos, principalm­ente frutos secos.

Por su parte, los dirigidos por Juan Pablo Vojvoda no alteraron en nada la rutina. Se despertaro­n a las 8 y desayunaro­n en el predio de Bosques para luego, pasadas las 9.30 y ya en el estadio, agregar frutas y jugos. “Es el horario en el que entrenamos y en el que jugábamos en las inferiores, por eso no es raro para nosotros un partido a esta hora”, aseguró Leonel Miranda. De todas maneras, algunos futbolista­s reconocier­on que les gusta más jugar a la tarde o por la noche. “Pero si es por gustar, me gustaría jugar en el Camp Nou”, bromeó uno.

La potencia de River en la transición entre la mañana y el mediodía del domingo de Pascuas fue demasiado para el Halcón, que pese a que se había puesto rápido en ventaja no pudo sostenerse ante un equipo que desde el triunfo ante Boca, por la Supercopa, tomó impulso y no se detiene.

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