un triunfo contundente que patronato festejó en dos estadios
PARANÁ.– Patronato celebró por la vuelta al triunfo después de una serie preocupante, y porque, de paso, se sacó un peso de encima: el triunfo condenó automáticamente a Arsenal a la primera B Nacional (ver Pág. 6). Sin embargo, el derrotero del conjunto paranaense seguirá con el transcurso de la Superliga, ya que para asegurarse la permanencia aún le falta un largo trecho. Curiosamente, en la próxima fecha se medirá con el conjunto de Sarandí, ya con la mente en otra cosa.
Patronato llevaba cuatro partidos sin victorias, con tres derrotas y un empate. Y, si bien el entrenador Juan Pablo Pumpido le dio una identidad al equipo, ya se habían puesto algunos puntos suspensivos en su camino en caso de no encontrar pronto resultados positivos.
Si de futuro se trata, la imagen de Central fue preocupante. El conjunto rosarino lucha por clasificarse para la Copa Sudamericana, pero parece caerse cada vez que tiene la oportunidad de acercarse a los puestos decisivos. Son demasiados altibajos para un equipo que, por momentos, se ilusionó con la posibilidad de sumar victorias consecutivas para escalar posiciones.
El dominio de Patronato se materializó con la conquista de Garrido, tras un centro de Balboa. Quiroga, luego de una asistencia de Garrido, y Balboa completaron el marcador. Por más que lo intentó, Rosario Central nunca pudo reincorporarse. Como en toda la Superliga, Patronato lucha con los recursos que tiene a mano y trata de aferrarse a un libreto equilibrado pese a las limitaciones de su presupuesto.
“Realmente no me gustó para nada el equipo. No me voy conforme y me quedo con preocupaciones. Hoy no rescato nada. Jugamos mal, no tuvimos un buen partido y lo pagamos caro. No tuvimos la tranquilidad para poder contrarrestar lo que sabíamos que iba a hacer el rival”, aseguró el DT de Central, Leonardo Fernández.